Un ciudadano afrodescendiente, Daunte Wright murió la noche del domingo, presuntamente a consecuencia de la brutalidad de la Policía en Minneapolis, ciudad estadounidense en la que se realiza el juicio de un exagente acusado de la muerte de George Floyd, ambos incidentes generaron protestas contra el racismo y brutalidad policial.
Cientos de personas se reunieron frente a la estación policial de Brooklyn Center, al Noroeste de Minneapolis, para reclamar y protestar sobre este hecho. La Policía disparó gas lacrimógeno y granadas ensordecedoras para dispersar a la muchedumbre, según reportó un periodista de la AFP.
La madre de la víctima manifestó que su hijo la llamó para decirle que la Policía le ordenó detener su vehículo, según medios locales, asimismo, declaró que escuchó que los oficiales le dijeron a su hijo que soltara el teléfono y uno de los agentes cortó la llamada.
La oficina de Asuntos Criminales de Minnesota, confirmó a la AFP que está “investigando” la implicación de un agente en un tiroteo en Brooklyn Center, pero se negó a identificar a la víctima.
Agentes ordenaron detener al conductor de un vehículo por una infracción de tránsito. Cuando descubrieron que tenía una orden de detención pendiente, intentaron arrestarlo, según un comunicado del departamento policial de ese lugar.
El conductor (la víctima) volvió a su vehículo, y uno de los oficiales disparó su arma, impactando al conductor, quien murió en el lugar, según la versión policial.
Una pasajera del automóvil (la novia de la víctima) sufrió «heridas», sin que su vida corra peligro, y fue llevada a un hospital local, según el comunicado, que no identificó a la mujer.
El alcalde de Brooklyn City, Mike Elliott, calificó el tiroteo como «trágico». El gobernador de Minnesota, estado en el que se encuentra Minneapolis, Tim Walz dijo lamentar «de nuevo la pérdida de la vida de un hombre a manos de la Policía».
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