¡Fuego!, ¡fuego!, ¡fuego!, se escucha gritar en las graderías cuando la Diablada Artística Urus hace su recorrido por las calles de Oruro, para entregarse en fe y devoción a la Virgen del Socavón durante la Entrada del Sábado de Peregrinación durante el Carnaval de Oruro, Obra Maestra de Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
Esa magia que se desborda mediante la danza, la emoción, la alegría, la música y los personajes que salen del averno es una de las expresiones más impactantes de la riqueza que tiene la Alta Tierra de los Urus.
Son los diablos del buzo celeste que hacen gala de esa fortaleza, que mediante los pasos y coreografía representa la ira de los Siete Pecados Capitales. Es la Urus que conquista corazones a lo largo de su paso, sacando el alma de emoción de los mortales y enamorándolos con cada movimiento. El espíritu henchido de orgullo representa a la tierra que los viera nacer aquel 30 de marzo de 1960.
Eh aquí algo de su historia escrita en unas cuántas líneas
En la ciudad de Oruro, a horas 20:00 del día 30 de marzo de 1960, a iniciativa de un grupo de jóvenes, bajo la presidencia ad-hoc de Antonio Avendaño Chávez y como secretario el señor Máximo Coca se resolvió organizar una entidad folklórica, cultural y religiosa bajo la denominación de Diablada Artística Urus, puesta en consideración de la concurrencia que suscriben al pie de la presenta acta.
Fue aprobada por unanimidad, al mismo tiempo, la Congregación Virgen del Socavón de la Diablada Artística Urus, puesta en consideración de la asamblea, fue igualmente aprobada y además se acordó que se estampara los colores de Oruro, después de una amplia deliberación se procedió a organizar el primer directorio de la forma siguiente:
Presidente, Ricardo Mendoza; vicepresidente, Antonio Avendaño; secretario de relaciones, Benigno Arce; secretario de Actas, Damián San Martín; secretario de Hacienda, René Avendaño Pol; secretario de Cultura, Luis Morales Benitez; secretario de prensa y propaganda, Julio Céspedes Huanca; secretario de Control y Estadísticas, Milton Colque Flores.
Secretario de Deportes; Miguel López Zambrana; secretario de beneficencia, Juan Herbas López; secretario de Vinculación y Festejo, Remberto Selaya Solares; pro secretario de hacienda, Máximo Coca Mollinedo; jefe de danza, Carlos Escalante; delegado general, Ricardo Arce Torrico; vocales, Emilio Pol, Abel Escalante, Juvenal Azuga, Severo Valles y Eladio Coca.
Acto seguido se realizó el juramento, delante de la Virgen del Socavón del directorio gestión 1960-1961.
Sin embargo, antes de hablar de la DAU, hay que tomar en cuenta que los fundadores bailaban en la Diablada del Círculo de Artes y Letras, actualmente extinta. Fue en ese conjunto, donde los fundadores de la Urus dieron sus primeros pasos en la danza.
Esos jóvenes, desde entonces, impulsaron varias innovaciones, sin embargo, estas causaban disputas con varios socios de la Diablada de Artes y Letras, en particular con Julio Quintanilla, fundador y presidente vitalicio de esa entidad.
Debido a esos conflictos, surgió la idea en los jóvenes de democratizar y mejorar esa diablada.
La idea se la acuñó disimuladamente, puesto que existía el temor a la expulsión. Así se formó la independencia. Pero en 1960 luego de una demostración folklórica Quintanilla se enteró del plan y expulsó a los jóvenes que planeaban esa situación, no se les permitió el ingreso a la fiesta, luego de la demostración.
Los jóvenes expulsados bajo el mando de Antonio Avendaño, decidieron irse del recinto y luego rompieron relaciones con la Diablada Artes y Letras.
Una vez fuera de esa institución, se reunieron en la casa de Juan Herbas, quince jóvenes presentes se comprometieron a fundar una entidad diablesca y es en ese momento donde se fundó la Diablada Artística Urus.
La magia que no muere y se reaviva en cada Carnaval de Oruro
A veces, mejor dicho, muchas veces no se encuentran palabras para describir lo que acontece en el Carnaval de Oruro, Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad, cuando los conjuntos folklóricos recorren casi cuatro kilómetros para llegar a los pies de la Santísima Virgen del Socavón, cuando muestran su belleza y majestuosidad en la ejecución de la danza.
Uno de esos conjuntos folklóricos es la Diablada Artística Urus, que cada año aporta con su estilo propio, a la grandeza de la Obra Maestra.
Recordemos a través de un relato, lo que aconteció en un Carnaval pasado cuando los diablos del buzo celeste iban rumbo a su Madre, para pedir su bendición:
“Las estrellas de la noche resplandecen con todo su fulgor en el cielo orureño, las bandas de música hacen escuchar el bom, bom, bom de los bombos que a lo lejos se percibe, el ritmo característico de la diablada”.
“Mientras que a pocos pasos se vislumbra humos de colores celeste y blanco, petardos, cohetillos, juegos pirotécnicos y una sensación extraña invade los corazones del público que se prepara con serpentina y mixtura para recibir a la Diablada Artística Urus que realiza su paso en el Carnaval de Oruro, para llegar hasta los pies de la Virgen del Socavón”.
“Con el paso dinámico, salto a salto, se combinan los trajes multicolores de china supays, luciferes, ñaupa diablos y diablesas, con la luz de la luna y las luces de neón de las calles iluminadas, causando un brillo majestuoso”.
“Las llamas de fuego que salen de las caretas de los satanaces hacen resplandecer aún más la noche y los diablos que representan la ira, descargan toda su furia con gritos infernales. Mientras que los osos con sus movimientos alocados abren paso, en la multitud que los rodea para alegrar y hacer bailar a las incautas señoritas”.
“La gente en las calles baila y canta sus canciones, los aplausos se escuchan y se mezclan con el sonido de las espuelas de los diablos, convirtiéndose al unísono como música para el alma. Es complicado que los danzarines escuchen con nitidez la música que emiten las bandas, porque el público con gritos ensordecedores pedían: ¡fuego!, ¡fuego!, ¡fuego! Y ni bien salía ese elemento de las caretas, los gritos explotaban en júbilo haciendo estremecer las fibras más íntimas del ser”.
“El corazón está a punto de explotar cuando en la ruta, retumba la exclamación de los danzantes: “¡Urus siempre Urus!”, cuyo frase es más que tres palabras, encierra todo un simbolismo de uno de los íconos más importantes de la Obra Maestra”.
Así es la Diablada Artística Urus, que con el paso de los años desde su creación le costó con sacrificio construir una identidad y un prestigio que se lo tiene bien ganado, inclusive a nivel mundial. Son muchos los reconocimientos de admiración hacia esta institución diablesca, cuyo único fin es la devoción a la Virgen del Socavón y a engrandecer al mejor Carnaval del mundo, con su aporte folklórico.
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