El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro detalló este lunes una caída de la inversión pública de 2.000 millones de dólares, manifestando que hasta octubre de este año la misma llegó a los 1.107 millones de dólares, cuando en 2019 fue de 3.272 millones de dólares.
Además, Montenegro hizo notar que los datos macroeconómicos planteados por la anterior administración no corresponden a la actual situación que atraviesa el país, que a su criterio es resultado de un “pésimo” manejo económico del Gobierno de Jeanine Áñez.
“La economía boliviana ha sido golpeada por el mal manejo económico y, obviamente, la pandemia ha ahondado más la crisis. La gestión económica del gobierno transitorio lo que ha hecho es acelerar la caída”, dijo Montenegro.
El Ministro hizo la revelación hoy luego que junto al presidente del Banco Central de Bolivia (BCB), Edwin Rojas, suscribieron el Programa Financiero 2020-Segunda Revisión, con la finalidad de encarar el compromiso de “reconstruir la economía del país”.
El Programa Financiero 2020 establece una contracción del Producto Interno Bruto (PIB) de 8,4% y un déficit fiscal de 12,3%, además de una inflación al final de la gestión del 1,1%.
Según Montenegro, durante la gestión de Áñez, el país experimentó un “descalabro económico” como consecuencia de una deficiente administración gubernamental, como el súbito freno a la inversión pública y a los proyectos destinados a fortalecer el aparato productivo nacional.
Por otro lado, sostuvo que las medidas de confinamiento total, sin ninguna planificación, derivaron en la disminución de los ingresos de las familias y en elevadas tasas de desempleo que bordearon, incluso, el 12% en julio de este año.
Ademas, indicó que en un intento de quebrar las empresas públicas, limitaron su normal funcionamiento y otra de las medidas desacertadas fue la liberación de las exportaciones que, en un momento, puso en riesgo la estabilidad de precios y el abastecimiento de alimentos.
Las medidas de confinamiento total, sin ninguna planificación, derivaron en la disminución de los ingresos de las familias y en elevadas tasas de desempleo que bordearon, incluso, el 12% en julio de este año.
“Ese fue el manejo económico del gobierno transitorio irresponsable, sin fundamente, desmedido”, enfatizó Montenegro.