La necesidad de sentar soberanía al Norte del país, luego de la gran pérdida territorial en la Guerra del Acre (1899-1904) contra el Brasil, originó fundar la ciudad de Cobija, que en un inicio tenía el nombre de Puerto Bahía. Ese hecho ocurrió el 9 de febrero de 1906 por el teniente coronel Enrique Fernández Cornejo.
Se le cambió el nombre por el de Cobija, más con un sentido de reivindicación y patriotismo, ya que casi 30 años antes durante la Guerra del Pacífico (1879), se perdió el Litoral, cuya capital era Cobija, es por ello, que se evocó el territorio perdido, para mantener viva la memoria nacional.
Muy al margen de todo ese sentimiento, Cobija nació en un terruño de riqueza natural, no solo por tener entre sus entrañas, la goma y la castaña, sino por brillar por cuenta propia, porque sus ríos ofrecían al mundo, uno de los tesoros más buscados por el hombre, el oro. Ese regalo que Dios le dio le permitió ganarse el denominativo de la “perla del Acre”.
Hasta ese momento, la República de Bolivia tenía ocho departamentos, hasta que el 24 de septiembre de 1938, se creó el departamento de Pando, en homenaje al expresidente general José Manuel Pando, quien se encargó de explorar todo el Norte del país.
Desde su nacimiento, Pando aportó con sus riquezas a la nación, sin embargo, esa pujanza nunca le fue devuelta en desarrollo y progreso, ya que una de las dificultades que tuvo hasta estos días, es la falta de una integración vial.
Asimismo, la falta de interés de las autoridades de turno, que constantemente ignoran a este departamento y van postergando su desarrollo, pese al derecho que tiene de ser una tierra próspera.
CARACTERÍSTICAS
Pando tienen un clima cálido, su frondosa vegetación, principalmente de palmeras, hacen que esta parte del territorio nacional sea todo un vergel, con una belleza infinita.
En su momento, la capital Cobija se convirtió en una ciudad cosmopolita, ya que en su seno habitaban habitantes de distintas partes del mundo, y gozó de varios consulados, incluso europeos.
La visita de foráneos produciría un efecto negativo en Pando, porque de sus entrañas arrancaron las semillas de la goma y la castaña, y fueron aclimatadas en otros países como Malasia, situación que le quitó protagonismos económico y la postró a su suerte.
Su cercanía con el Brasil, genera en alguna medida, un movimiento comercial, en la que el contrabando se convierte en una especie de cáncer que evita su crecimiento como región.
A diferencia de otros departamentos, Pando no tuvo mucho protagonismo en los asuntos nacionales históricos, pero siempre mostró esa fortaleza de ser centinela del territorio al Norte de Bolivia.
Su gastronomía está basada en la harina de arroz, cuyos panes y empanadas son una exquisitez al paladar, pero no podemos dejar de lado probar dos de sus platillos tradicionales como la patasca de chancho, preparado sobre la base de charque, chivé, arroz y yuca; no podemos dejar de lado uno de los platillos tradicionales de la región, como es locro carretero, consistente en gallina cocida, arroz y yuca.
En lo que respecta a su cultura, una de sus danzas tradicionales, es el taquirari, ritmo alegre que invita a cortejar a la pareja. La fiesta de El porvenir es una de las más importantes, como recuerdo de la batalla de Bahía, ocurrida durante la Guerra del Acre.
CORONAVIRUS
Como ocurrió en todo el mundo, Pando no pudo estar ausente de ser contagiada con el Covid-19. Su sistema de salud colapsó debido a la falta de previsiones de años anteriores, que el campo de la salud no fue prioridad en la región, debido a la falta de un trabajo gubernamental en esa área.
El 28 de marzo se registró el primer caso, fue el séptimo departamento de Bolivia, en ingresar a la lista de contagios. Casi cuatro meses después su cifra de decesos es alta, bordeando hasta fines de julio los 130. En lo que respecta a los contagios, Pando registró en la víspera de su aniversario 2.362 contagios y 164 decesos.
/DEA/
