El brazo económico de Naciones Unidas para el desarrollo del subcontinente, la Cepal, al igual que otras instituciones internacionales, este reciente viernes hizo referencia sobre el golpe que recibirá Latinoamérica ante la pandemia del coronavirus y la dependencia que tienen a los precios internacionales en cuanto a la materia prima o también a la manufactura, turismo y remesa, exponiendo a muchos a ingresar a una pobreza extrema.
Según las cifras del organismo, publicadas por elpaís.com, “Si el avance de la pandemia provocase una caída del 5% en el ingreso medio de la población activa, el número de latinoamericanos en pobreza extrema pasaría de los 67,5 millones actuales a 82 millones. Si la merma de ingresos para la población económicamente activa fuese del 10%, esa cifra se dispararía hasta los 90 millones de personas”.
Pero la situación económica preocupante en este lado del continente ya se veía incluso antes de la situación provocada por el Covid-19 en varios países que a la vez tuvieron conflictos sociales.
“El mundo se enfrenta a una crisis sanitaria y humanitaria sin precedentes en el último siglo”, “El mundo no va a ser el mismo después de esta pandemia y la reactivación económica va a tomar su tiempo. No es una crisis financiera, sino de salud y bienestar. Y va a ser imprescindible el rol del Estado y no el del mercado: es el Estado, lo público, lo que nos va a sacar de esta crisis. No podemos volver a transitar por los mismos caminos que nos han traído a estas grandes brechas (…) Estamos ante un cambio de época, de paradigma. Y tenemos que cambiar nuestro modelo de desarrollo”, mencionó la secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, en la presentación de un monográfico sobre las secuelas económicas y sociales del virus en el subcontinente.
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