El histórico club Real Potosí afronta la final de la Copa “Simón Bolívar” con la firme intención de regresar a la División Profesional, categoría en la que militó durante más de dos décadas y donde escribió páginas memorables de la historia del fútbol boliviano. El elenco potosino, fundado en 1986, se convirtió en símbolo de la ciudad minera y ahora busca recuperar ese sitial de privilegio que perdió en 2021.
En esta edición del torneo de ascenso, Real Potosí demostró que su peso histórico sigue vigente. Tras superar la primera y segunda fase, el cuadro potosino eliminó a CD Guadalajara de Oruro en octavos de final, siendo uno de los cruces más complicados.
En cuartos de final se enfrentó a otro potosino, Río San Juan Humi, pasó sin mayores dificultades; en semifinales dejó en el camino a Primero de Mayo de Beni con un global de 3-2, demostrando oficio y experiencia en partidos decisivos. La victoria 2-0 en el estadio “Víctor Agustín Ugarte” fue clave para sostener la ventaja en la vuelta, cayó 2-1 en Trinidad, pero aseguró su clasificación a la final.
La campaña de 2025 refleja el esfuerzo de un club que se niega a desaparecer del protagonismo nacional. Con una hinchada fiel y un estadio con capacidad para más de 30 mil espectadores, Real Potosí vuelve a ser el centro de atención.
La historia le respalda. Real Potosí, fundado en 1986, bajo otro denominativo (Bamin), ascendió por primera vez en 1998 y desde entonces se consolidó como animador en el fútbol profesional. Su mayor logro llegó en 2007, cuando conquistó el torneo Apertura, título que le permitió disputar la Copa Libertadores y medirse con equipos de talla internacional. Durante más de 20 años fue protagonista constante, hasta que en 2021 descendió y comenzó un proceso de reconstrucción.
Hoy, cuatro años después, el club busca recuperar su lugar en la élite. La dirigencia, el cuerpo técnico y los jugadores han asumido el reto de devolver a Potosí el protagonismo perdido. Para la hinchada, esta final no es solo un partido, es la oportunidad de revivir la gloria y demostrar que Real Potosí sigue siendo un referente del fútbol boliviano.
De lograr el título, el cuadro potosino volverá a la División Profesional y reafirmará que la tradición y la historia no se borran con un descenso. Real Potosí quiere renacer y volver a ser ese equipo que llevó el nombre de la Villa Imperial a los escenarios internacionales, devolviendo a su gente la alegría de estar nuevamente en la máxima categoría.
