El Ejército de Bolivia ha decidido regresar a su emblema castrense tradicional, lo que implica la eliminación de la simbología indígena y plurinacional que fue adoptada hace 15 años. Esta decisión se da en un contexto donde se observa un distanciamiento de los símbolos que fueron promovidos durante los gobiernos del Movimiento Al Socialismo (MAS). La insignia que se ha recuperado es la que existía antes de la gestión de Evo Morales, y se caracteriza por tener una estrella de 6 puntas en el centro, acompañada de ramas de olivo.
Eliminación de símbolos indígenas
Este cambio significa que se eliminarán elementos como la Wiphala, las flores nacionales kantuta y patujú, así como las referencias a las armas originarias, que incluyen el hacha incaica y el arco y flecha guaraní. Estos elementos fueron incorporados a la insignia en marzo de 2010, poco después de que se aprobara la nueva Constitución Política del Estado (CPE).
Mantención del lema tradicional
A pesar de estos cambios, la institución militar ha decidido mantener su lema “Ejército de Bolivia forjador de la Patria”, que ha definido históricamente su rol. Este lema ha resistido la intención de Evo Morales de imponer la consigna “patria o muerte, venceremos”, una orden que nunca fue cumplida por el Ejército.
El regreso al emblema histórico se interpreta como un paso hacia la consolidación de una tendencia que busca distanciarse de los símbolos promovidos durante los gobiernos del MAS. Esta secuencia comenzó el 7 de diciembre de 2020, cuando el entonces presidente Luis Arce, en su primer acto protocolar con los militares, eliminó el grito “patria o muerte” de los actos castrenses. En su lugar, se mantuvo solo la tradicional consigna de “subordinación y constancia”.
Acciones del Presidente Rodrigo Paz
Más recientemente, el presidente Rodrigo Paz también ha marcado una pauta significativa. Durante su juramento, solicitó que su ingreso al Parlamento fuera acompañado por la marcha militar “Talacocha”, una melodía histórica de principios del siglo XX que está vinculada a la Guerra del Chaco. Con esta decisión, se dejó de lado la marcha presidencial que es de uso más común.
Fin de la era de descolonización
El abandono de los símbolos indígenas en la insignia del Ejército marca el final de la era de la “descolonización” simbólica en el ámbito militar. Esta política buscaba reflejar en las instituciones armadas la naturaleza plurinacional del Estado, tal como lo establece la CPE de 2009, un enfoque que defendían los gobiernos del MAS.














