La suspensión temporal del servicio de los tres contenedores soterrados en la ciudad ha generado un serio problema de acumulación de residuos. Esta situación es especialmente crítica en el mercado Bolívar, donde a tres semanas de que estos puntos quedaran fuera de operación, tanto las autoridades de la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO) como los comerciantes de la zona han expresado su preocupación. La falta de corresponsabilidad ciudadana también ha sido señalada como un factor que agrava el problema.
Andrés Aruquipa, gerente de EMAO, informó que el carro compactador encargado de operar el sistema soterrado está en revisión. Durante este proceso, se detectaron daños adicionales que han prolongado el tiempo de reparación.
“Los contenedores no están funcionando porque el carro que levanta el sistema tuvo que entrar a mantenimiento. Descubrimos fallas que debían repararse y eso retrasó el proceso, pero ya estamos culminando y la próxima semana debe retomarse el servicio”, aseguró Aruquipa.

Recolección de basura continúa
Aruquipa explicó que, a pesar de la inhabilitación de los contenedores, el recojo de basura no ha sido suspendido. El carro basurero sigue pasando en sus horarios habituales. Para evitar el descontrol en la disposición de residuos, EMAO ha realizado perifoneo en el mercado Bolívar y ha emitido comunicados indicando que el carro estará disponible en dos horarios específicos: a las 15:00 y entre 19:30 y 20:00 horas, para que los comerciantes entreguen su basura.
Sin embargo, el gerente lamentó que parte de la población ignore estas recomendaciones. “Nos preocupa que la gente saque su basura a cualquier hora. Hemos visto que han roto los precintos de seguridad y han seguido depositando residuos dentro de los buzones soterrados”, señaló. Esta acumulación de basura genera malos olores, lixiviados y la presencia de vectores, además de riesgos sanitarios.
Falta de información a la comunidad
Sonia Herbas, dirigente del sector verduras en el mercado Bolívar, manifestó que el problema se ha agravado por la falta de información oportuna hacia la población externa al mercado. “A nosotros sí nos socializaron, pero a los vecinos no. La socialización tenía que ser más amplia, con spots más claros y panfletos. Los comerciantes sacamos nuestra basura a la hora establecida, pero los vecinos y la gente de paso dejan la basura encima del soterrado”, afirmó.

Herbas indicó que el mal aspecto y los olores afectan incluso a las familias de comerciantes cuyas casetas están cerca del contenedor. “No hay un letrero que informe que el soterrado no está funcionando. Antes se ponían avisos claros, ahora no. Nosotros no podemos pelearnos con la gente porque dicen: ‘aquí hay un basurero, puedo botar, falta control y señalización”, sostuvo.
Propuestas para mejorar la situación
La dirigente sugirió que se disponga de personal municipal que informe a la población que no se puede dejar basura mientras dure la falla del carro para el soterrado. Recordó que la presencia de guardias en algunas calles ha demostrado ser efectiva para reducir el tiradero indiscriminado.














