El Presidente Rodrigo Paz ha anunciado la creación de la “Comisión de la Verdad de los Hidrocarburos”. Esta iniciativa tiene como objetivo esclarecer la crisis energética que enfrenta Bolivia y promete llevar ante la justicia a quienes son responsables de un supuesto “sistema de corrupción armado de manera infame” en administraciones anteriores.
En las primeras semanas de su mandato, Paz ha detectado en el sector de hidrocarburos no solo casos de desfalco, sino también una “estructura paralela de robo de combustibles”. Esto ha llevado a la justificación de la creación de esta comisión de alto nivel.
El mandatario ha descartado de manera categórica que los problemas en el sector sean “casos aislados” o el resultado de “algunas manzanas podridas”. En cambio, los hallazgos realizados en los primeros 12 días de su gobierno apuntan a una “traición a la dignidad nacional”.
Un ataque al pueblo
“Lo que estamos descubriendo es un sistema de corrupción armado de manera infame, un ataque directo al corazón del pueblo, de los más humildes, un golpe a la dignidad nacional. La patria fue atacada por la corrupción,” afirmó Paz con firmeza.
El Presidente ha vinculado esta corrupción con la escasez de combustible que ha obligado a miles de bolivianos a “hacer colas días y días, a dormir en sus transportes”. Aseguró que esto se debe a que un grupo de implicados mantenía una estructura de robo paralela.
Objetivos de la comisión
La Comisión de la Verdad de los Hidrocarburos tendrá como único mandato revelar la verdad, denunciar a los responsables y llevarlos ante la justicia.
Paz ha garantizado que la comisión estará compuesta por diferentes fuerzas, incluyendo representantes de diversas instituciones, sectores y el sistema judicial. La inclusión del sistema de justicia busca darle peso legal y procesal a las conclusiones que se alcancen.
Compromiso con la justicia
El Presidente ha sido enfático en que la investigación será implacable: “Caiga quien caiga, sea quien sea”. Además, añadió: “exigiremos que cada boliviano recupere hasta el último centavo que le robaron”.
El jefe de Estado ha contrastado el discurso de las gestiones anteriores con la realidad que se ha descubierto: “No había un ‘mar de gas’, había un mar de corrupción. Se llenaban la boca hablando de una supuesta nacionalización, pero lo que se llenaban eran sus bolsillos.”
Promesa de una nueva Bolivia
Paz concluyó su mensaje con la promesa de que “en la nueva Bolivia no habrá impunidad y los corruptos, los ladrones y los traidores irán a la cárcel, mientras el dinero del pueblo volverá al pueblo.”














