En el Día Mundial del Prematuro, tres hospitales de Oruro llevaron a cabo diversas actividades para visibilizar la alta tasa de nacimientos prematuros en el departamento. En Oruro, uno de cada 5 bebés nace antes de las 37 semanas de gestación.
La jornada incluyó encuentros con familias y dinámicas educativas, con el objetivo de concienciar sobre la prevención del nacimiento prematuro y las dificultades que enfrentan los recién nacidos que requieren cuidados especializados.
Datos preocupantes
Según datos del área Niño-Niña/Escolar del Servicio Departamental de Salud (Sedes), durante la gestión 2024 se registraron 10,474 nacidos vivos, de los cuales 1,814 fueron prematuros. Esto representa aproximadamente el 20% del total de nacimientos.
Carolina Veliz Atahuichi, responsable del área, explicó que el aumento de nacimientos antes de término no solo representa un riesgo para la vida del bebé, sino que también genera una mayor presión sobre las salas de neonatología.
“Nos preocupa que el 20% de los nacidos vivos corresponda a prematuros. Queremos llegar a la sociedad para trabajar en prevención. Si no evitamos estas causas, los servicios terminan saturados”, señaló Veliz.
Factores de riesgo
Uno de los factores más comunes que desencadena un parto prematuro es la infección urinaria no tratada durante el embarazo. Veliz recordó que este tipo de infecciones pueden detectarse con un examen simple, pero muchas mujeres no acuden a controles o suspenden sus revisiones.
“Pedimos que las gestantes cumplan sus controles y se hagan los exámenes de orina. Tratar una infección a tiempo puede evitar un parto prematuro”, explicó. La responsable del área también mencionó la anemia materna como otro factor de riesgo. Desde el Sedes se busca reforzar la suplementación nutricional para reducir este problema.

Desafíos en el sistema de salud
Más allá de la prevención, el desafío crece una vez que el bebé ha nacido. Veliz indicó que la capacidad actual del sistema de salud para atender prematuros críticos es limitada.
“El sistema de salud necesita un mayor número de unidades de terapia intensiva neonatal. Los prematuros de muy bajo peso requieren ventiladores, incubadoras y seguimiento continuo, y no siempre se cuenta con el número suficiente”, agregó.
Programa de atención especializada
Para mejorar la atención posterior al nacimiento, el Sedes implementó el Programa del Recién Nacido de Alto Riesgo, que articula a los hospitales de segundo y tercer nivel con distintas especialidades.
Su objetivo es evitar secuelas que pueden aparecer meses o años después. Los bebés prematuros deben ser evaluados por oftalmología para detectar retinopatía del prematuro, una enfermedad que puede causar ceguera si no se identifica a tiempo.
También requieren seguimiento auditivo, neurológico y nutricional, además de exámenes complementarios periódicos. “Buscamos que estos niños tengan un seguimiento desde el primer nivel. Las interconsultas deben cumplirse y los controles no pueden postergarse. Una omisión puede traducirse en problemas permanentes en el futuro”, advirtió Veliz.
Celebración y sensibilización
Durante la jornada conmemorativa, los hospitales organizaron encuentros con familias, exposiciones y testimonios de padres que enfrentaron la experiencia de un parto prematuro. Algunos bebés que estuvieron semanas en incubadoras regresaron para la celebración en brazos de sus familias.
Las unidades médicas coincidieron en que la sensibilización es clave para reducir la incidencia de prematurez en Oruro y asegurar la continuidad del seguimiento especializado requerido por estos niños desde sus primeros días de vida.















