El fútbol boliviano está de luto. En la madrugada de este viernes 14 de noviembre de 2025, falleció Francisco Xabier Azkargorta Uriarte, el legendario director técnico español que marcó un antes y un después en la historia deportiva del país. El deceso, tras una prolongada enfermedad, deja un profundo vacío en jugadores, hinchas y colegas que lo consideran un referente imborrable.
Azkargorta será eternamente recordado como el “Bigotón” que gestó la hazaña más grande del fútbol boliviano: la clasificación a la Copa Mundial de la FIFA Estados Unidos 1994. Bajo su dirección, la selección boliviana, conocida como “La Verde”, accedió a la máxima cita mundialista por clasificación directa. Esta gesta aún hoy es el pináculo del balompié nacional.
Una carrera fructífera
La influencia de Azkargorta en el país andino va más allá de su exitoso ciclo con la selección en los años noventa. El técnico tuvo una larga y fructífera carrera en Bolivia. Dirigió a instituciones importantes como Oriente Petrolero y Sport Boys. En su última etapa, consolidó su legado llevando al club Bolívar a las semifinales de la Copa Libertadores en 2014, un logro histórico que demostró su vigencia como estratega.
Un ícono del fútbol
Su visión estratégica, su liderazgo riguroso y su profunda pasión por el fútbol boliviano lo convirtieron en un ícono. Jugadores que fueron parte de la generación del 94 expresaron su consternación por la partida de quien fuera considerado un segundo padre para muchos de ellos.

Formación académica destacada
Más allá de los campos de juego, Azkargorta se distinguía por su formación académica, siendo Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Barcelona. Este antecedente reflejaba la disciplina y el compromiso intelectual que aplicaba tanto dentro como fuera del campo.
Un legado imborrable
Su fallecimiento genera un sentimiento de gratitud y tristeza en todo el país, que hoy despide al hombre que demostró que el sueño mundialista, en la adversidad de la altura, era posible. El legado de Xabier Azkargorta permanecerá imborrable en la memoria colectiva boliviana.














