Decenas de vehículos de alto tonelaje que transportan combustible están haciendo fila en el paso fronterizo de Colchane, Chile, listos para ingresar al país, según reportes oficiales. Esta acción tiene como objetivo garantizar el abastecimiento de carburantes en Bolivia.
Desde el pasado viernes, Bolivia ha recibido la entrada de más de 900 camiones con combustibles. Este volumen está destinado a saturar el mercado nacional y eliminar las largas filas que caracterizaron el último periodo de la anterior gestión.
Imágenes de la situación
La red Cadena A ha reportado imágenes de la fila de camiones en la región chilena de Colchane. Uno de los conductores confirmó que su camión transportaba aproximadamente 33,000 litros de combustible con destino a Santa Cruz, el motor económico del país.
Operación logística del gobierno
El ministro de Hidrocarburos y Energías, Mauricio Medinaceli, había anticipado el lunes la magnitud de la operación logística. Informó que solo el pasado fin de semana ingresaron al país hasta 200 camiones cisterna y que el flujo continuaría hasta alcanzar la plena estabilización del mercado.
La distribución de este combustible es clave y abarca las principales regiones del país: Santa Cruz, La Paz, Oruro, Potosí y otros departamentos.
Verificación del abastecimiento
Para confirmar la efectividad de la operación, el presidente Rodrigo Paz realizó una verificación personal y sorpresiva del abastecimiento este reciente martes. El mandatario visitó la Estación de Servicio Costanera S.R.L., en la zona de Obrajes de La Paz, y constató la ausencia de filas y la normalización en la venta de gasolina, un hecho que no se veía en la capital desde hace semanas.
Proyecciones del gobierno
El Ejecutivo ha proyectado un “full abastecimiento” de combustibles en el transcurso de las próximas 2 a 3 semanas. Más allá de la solución inmediata a la escasez, el Gobierno de Paz está diseñando un plan estratégico que busca garantizar que, en los próximos 4 a 5 años, Bolivia no vuelva a enfrentar problemas de suministro.
Este plan probablemente abordará las causas estructurales de la crisis, como la falta de divisas para importar los energéticos y la necesidad de una política sostenible que reduzca la dependencia del subsidio estatal.
Problemas de contrabando
El actual subsidio mantiene los precios del diésel y la gasolina muy por debajo del costo real y del precio en países vecinos. Esto genera un enorme incentivo para el contrabando, un problema que el gobierno ha prometido combatir con la ayuda de las Fuerzas Armadas.














