El nuevo Gobierno del presidente Rodrigo Paz se alista para tomar una de las decisiones económicas más delicadas y con mayor repercusión social: la eliminación de la subvención a los combustibles. Este martes 11 de noviembre, el ministro de Hidrocarburos y Energías, Mauricio Medinaceli, informó que su equipo tiene un plazo de 3 semanas para finalizar el proyecto, que incluirá un “plan social” destinado a proteger a los sectores más vulnerables del país.
Medinaceli, economista con una amplia trayectoria y exministro del área en 2005, asumió su cargo con la tarea de enfrentar la crisis de hidrocarburos, que ha sido una de las principales promesas de campaña de Paz.
“Ha sido parte de la campaña de nuestro presidente Rodrigo Paz lidiar y eliminar esta subvención. El plazo que tenemos en el equipo, siempre bajo la dirección del presidente, es de 3 semanas”, enfatizó el ministro.
Impacto de la subvención
La subvención a los combustibles, que incluye diésel y gasolina, representa una carga económica que ha crecido de manera exponencial para el Estado boliviano. Esta situación se ha agravado por el aumento en la importación de estos productos, debido a la disminución de la producción interna de gas.
La administración anterior reportó que el Estado gasta alrededor de 60 millones de dólares estadounidenses semanalmente en la importación de combustibles. Además, se estima que el costo de la subvención para el Presupuesto General del Estado (PGE) de 2025 se proyecta entre 2.900 millones y 3.000 millones de dólares estadounidenses, una cifra que representa uno de los mayores gastos públicos.
Precios de los combustibles
Gracias a esta política, el precio del diésel se mantiene en Bs 3,72 por litro y la gasolina en Bs 3,74 por litro. En contraste, los precios en los países vecinos y en el mercado internacional rondan el dólar por litro, aproximadamente Bs 6,90, lo que pone de manifiesto la magnitud del subsidio.
Plan social para el futuro
El ministro Medinaceli reconoció la complejidad técnica y social de esta medida, que requiere una revisión exhaustiva de la “cadena de valor” de los hidrocarburos para proponer nuevos márgenes y precios de referencia.
Consciente del impacto que el aumento de precios tendría en la canasta familiar y el transporte, el equipo de Hidrocarburos trabaja en un “plan social” de compensación. “En paralelo, estamos trabajando en un plan social para ayudar a la gente más pobre. Esto no es sencillo porque es un conjunto de políticas, de normas, de reglamentación que hay que sacar adelante para que esto salga lo mejor posible”, explicó.
Objetivos del Gobierno
El plan para eliminar la subvención, junto con la promesa de una red de protección para los sectores más vulnerables, se perfila como uno de los pilares de la gestión del presidente Paz. Esta estrategia busca sanear las finanzas públicas y enfrentar la profunda crisis económica que atraviesa el país.














