El 6 de noviembre se celebra el Día Internacional para la prevención de la explotación del medioambiente en la guerra y los conflictos armados. Esta fecha resalta el impacto devastador y frecuentemente ignorado que los conflictos bélicos tienen sobre los ecosistemas del planeta. Al cumplirse 24 años de su declaración oficial por la Asamblea General de la ONU, la comunidad internacional enfatiza que no puede haber una paz duradera si los recursos naturales que sustentan la vida son destruidos.
Tradicionalmente, el enfoque sobre la guerra se centra en las bajas humanas y la destrucción de infraestructuras. Sin embargo, como indican las Naciones Unidas y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), el medio ambiente es una “víctima olvidada”.
Las prácticas históricas en conflictos incluyen la contaminación de pozos de agua, la quema de cultivos, la tala de bosques y el envenenamiento de suelos, todo con el objetivo de obtener una ventaja militar.
Conflictos y recursos naturales
El PNUMA estima que al menos el 40% de los conflictos internos registrados en los últimos 60 años han estado relacionados con la explotación de recursos naturales. Estos recursos pueden ser de “gran valor”, como el petróleo, el oro y los diamantes, o pueden ser considerados por su “escasez”, como el agua y la tierra fértil.
La relación entre la gestión ambiental y la estabilidad política es directa. La ONU señala que el riesgo de que un conflicto se reanude se duplica cuando la disputa está vinculada a los recursos naturales. Por esta razón, la preservación del medio ambiente debe ser un elemento central en las estrategias de prevención de conflictos, así como en el mantenimiento y la consolidación de la paz.
Resoluciones clave de la ONU
Esta perspectiva fue reforzada por la Asamblea de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente el 27 de mayo de 2016, cuando se aprobó una resolución importante que reconoce que “ecosistemas saludables y recursos naturales gestionados de manera sostenible contribuyen a reducir el riesgo de conflictos armados”.

Alianzas estratégicas de la ONU
Frente a este desafío, las agencias de la ONU han establecido alianzas estratégicas para integrar la gestión ambiental en la construcción de la paz. Una coalición de seis agencias y departamentos de la ONU, incluyendo PNUMA, PNUD y ONU HÁBITAT, se ha asociado con la Unión Europea para ayudar a los países a reducir las tensiones sobre los recursos naturales y utilizar la gestión ambiental como una herramienta para construir la paz.
Además, el Programa de Investigación Mundial sobre la Consolidación de la Paz y los Recursos Naturales, liderado por ELI, PNUMA y universidades de Tokio y McGill, ha generado la colección más importante de más de 150 estudios de casos para documentar buenas prácticas en la gestión de recursos después de conflictos.
El papel de las mujeres
Una alianza clave entre PNUMA, ONU Mujeres, PNUD y la Oficina de Apoyo a la Consolidación de la Paz busca entender la compleja relación entre las mujeres y los recursos naturales en zonas de conflicto. Esta colaboración reconoce el papel fundamental de las mujeres en la gestión sostenible de recursos para apoyar la paz.
La conmemoración de este día es un llamado global a la acción para reconocer que la salud del planeta está intrínsecamente ligada a la salud de la paz. La destrucción ambiental nunca puede ser un costo aceptable de la guerra.













