Oruro

Crimen organizado avanza en la Amazonia brasileña sin control

El dominio territorial es una de las estrategias del Comando Vermelho / EFE

En la agitada ciudad de Belém o en la espesura de la selva, el crimen organizado se ha extendido en la Amazonia brasileña a velocidad de crucero, a lomos del Comando Vermelho (CV). La activista y líder indígena Val Munduruku es testigo de ello.

CV, CV, CV… En muchos de los postes de luz del humilde barrio de Barreiro, en Belém, ciudad sede de la cumbre climática de la ONU (COP30), aparecen pintadas en rojo las siglas de la organización criminal.

En la favela de palafitos de Vila da Barca, a tan solo cinco kilómetros del Parque da Cidade, donde cerca de medio centenar de jefes de Estado y de Gobierno se reunirán entre este jueves y viernes para discutir el futuro del planeta, el grupo también está presente.

Ocupación de territorio, drogas, armas

El dominio territorial es una de las estrategias del Comando Vermelho, nacido en una cárcel de Río de Janeiro en la década de los 70 y dedicado principalmente al tráfico de drogas y armas.

En los últimos años se ha hecho fuerte en la llamada Ruta del Solimões. Este corredor fluvial de tráfico de drogas conecta la triple frontera entre Brasil, Colombia y Perú con los puertos marítimos del norte brasileño.

El martes de la semana pasada, la Policía eliminó entre 121 y 132 presuntos delincuentes en favelas de Río de Janeiro dominadas por el clan, según diversas fuentes.

Pero el CV no solo está en zonas urbanas, también en las profundidades de la selva amazónica.

Val acaba de llegar a Belém para participar en la COP30, que comienza oficialmente el próximo día 10 de noviembre de 2025. Viene del municipio de Jacareacanga, limítrofe con el territorio indígena Munduruku.

La reserva de los munduruku ocupa un área de 2,4 millones de hectáreas, da cobijo a más de 9.000 indígenas y es una de las tres más invadidas por la explotación ilegal de oro, según datos de Greenpeace.

Val denuncia a EFE que Jacareacanga “está siendo tomado” por CV.

“Desgraciadamente, se han adentrado en nuestro territorio, sea a través de la minería ilegal, las drogas, las armas o incluso de las bebidas alcohólicas, cuyos casos han crecido mucho”, explica Val, presidente de la Asociación de Mujeres Indígenas Suraras del Tapajós.

CV se lee en varios lugares / EFE

Miedo a perder a los jóvenes

Sobre todo teme por los jóvenes, que acaban cayendo en las redes del narcotráfico en un contexto marcado por la pobreza. “Cuando llega una cosa de esas, la juventud se pierde”, lamenta.

El CV ganó terreno en el mayor bosque tropical del planeta a partir de una cruenta guerra con la otra gran banda criminal brasileña, Primeiro Comando da Capital (PCC). El conflicto se tradujo en sangrientos hechos en el interior de las cárceles en 2017.

A partir de ahí, creció mediante una alianza con un grupo local, la Família do Norte, con el que luego se enemistó y al que prácticamente destruyó, explica a EFE Aiala Colares, investigador de la Universidad Estatal de Pará (UEPA).

Colares fue uno de los autores de un estudio que señaló que alrededor de 40 localidades del estado de Pará, cuya capital es Belém, están dominadas por bandas criminales.

Por otro lado, el CV mantiene presencia en 60 de los 62 municipios del vecino estado de Amazonas, según David Marques, coordinador de proyectos del Fórum Brasileño de Seguridad Pública.

Marques comenta que la ruta amazónica tiene un “atractivo” para el crimen organizado, pues es más difícil de fiscalizar y ofrece la posibilidad de diversificar el negocio a través, por ejemplo, de la minería ilegal.

“El escenario es bastante difícil en la región amazónica -una de las más pobres de Brasil-. El crimen organizado es un gran desafío para el desarrollo sostenible”, apunta el especialista.

Además, el CV tiene por costumbre hacer dinero con su dominio territorial. Es la tasa del crimen. Para ello, extorsiona a comerciantes y monopoliza servicios como el gas, el transporte municipal, internet pirata o la televisión por cable.

El Comando Vermelho nació en una cárcel de Río de Janeiro en la década de los 70 / EFE

Para Colares es necesario “repensar las estrategias de enfrentamiento al crimen organizado”, que consigue “articularse muy rápido” tras recibir un golpe policial.

En su opinión, no basta con militares y cárcel. Sostiene que la “prohibición lo único que hace es valorizar las drogas” y que declarar al Comando Vermelho y al PCC “organizaciones terroristas”, como acaba de hacer Paraguay, es un movimiento equivocado que solo favorece los intereses de Estados Unidos.

EFE


Hemeroteca digital

noviembre 2025
L M X J V S D
 12
3456789
10111213141516
17181920212223
24252627282930