El Gobierno de Perú anunció el 3 de noviembre de 2025 la ruptura de relaciones diplomáticas con México. Esta decisión se produce tras el asilo de la ex primera ministra Betssy Chávez en la embajada mexicana ubicada en Lima. El ministro de Relaciones Exteriores, Hugo de Zela, calificó esta acción como un acto inamistoso y una interferencia en los asuntos internos del país.
Zela explicó que esta decisión se ha tomado “frente a este acto inamistoso y teniendo en cuenta las reiteradas acciones en que el actual y el anterior presidente de ese país han intervenido en los asuntos internos del Perú”. Además, confirmó que el Ejecutivo peruano considera el asilo como una interferencia en sus asuntos internos. “Estamos a la espera de una comunicación formal de la Embajada de México sobre la situación de la señora Chávez”, declaró el ministro.
Relaciones consulares mantenidas
A pesar de la ruptura, la Cancillería peruana precisó que solo se mantendrán las relaciones consulares. Esto es para garantizar la atención y protección de los ciudadanos peruanos que residen en México. Betssy Chávez enfrenta actualmente un proceso judicial por el presunto delito de rebelión, relacionado con su participación en el fallido intento de disolución del Congreso que ocurrió el 7 de diciembre de 2022.
Chávez había logrado la libertad con restricciones tras un periodo de prisión preventiva en el penal de Chorrillos. Sin embargo, su decisión de solicitar asilo se produce en un momento de mayor presión judicial. Fuentes cercanas a su defensa indicaron que el pedido se debe al temor de que “el proceso sea utilizado con fines políticos”, especialmente después de que el Ministerio Público solicitara ampliar la acusación en su contra.
Conflicto diplomático prolongado
La ruptura con México no es un hecho aislado, sino que representa la culminación de un conflicto que se ha desarrollado desde la asunción de Dina Boluarte. El gobierno mexicano, liderado por Andrés Manuel López Obrador (AMLO), ha mantenido una postura crítica hacia la administración peruana, calificando la destitución de Castillo como un “golpe parlamentario”.
Este no es el primer conflicto diplomático entre ambos países. En 2023, Perú ya había declarado persona non grata al embajador mexicano Pablo Monroy, después de que se otorgara asilo a Lilia Paredes, esposa del expresidente Castillo, y a sus hijos. El caso de Chávez lleva el vínculo al punto más crítico, con consecuencias previsibles en ámbitos como el comercio y la cooperación.
Impacto en comercio y cooperación
La decisión de romper relaciones podría tener un impacto en diversos frentes, incluyendo el comercio bilateral, la cooperación técnica y los programas culturales. Esto es relevante dado que México es uno de los principales socios comerciales de Perú en América Latina. Políticamente, esta situación refuerza la tesis del Ejecutivo peruano sobre “interferencia externa” en sus procesos judiciales.
Situación del asilo de Chávez
Hasta ahora, la Embajada de México no ha emitido un comunicado oficial confirmando si otorgará el asilo a Betssy Chávez. De ser aceptado, Chávez quedaría bajo protección diplomática mientras se gestiona su eventual salida del país. Si se rechaza, podría enfrentar una nueva detención por parte de la justicia peruana. La Cancillería peruana está evaluando declarar persona non grata a diplomáticos mexicanos, dependiendo de la respuesta sobre el asilo.













