Bolivia Sociedad

Bolivianos reciben a las almas de sus difuntos con altares, ofrendas y tantawawas

Una mujer aimara participa en la celebración del Día de Difuntos este sábado, en La Paz / EFE
Una pastelería local crea la t`antawawa más grande del país para homenajear a los difuntos durante el Día de Todos Santos.

Los bolivianos conmemoraron este sábado a sus seres queridos fallecidos, recibiéndolos con mesas o altares llenos de panes, dulces, bebidas y comidas. Estos altares se instalaron tanto en hogares como en espacios públicos. Un elemento destacado de la festividad de Todos Santos fue una `t’antawawa`, un pan en forma antropomórfica que alcanzó los 2 metros de altura.

Según la tradición, se cree que las almas de los difuntos llegan a visitar a sus familiares al mediodía del 1 de noviembre y permanecen en el mundo terrenal durante 24 horas.

Altares en la Terminal de Buses

Para recibir a las almas, los familiares y amigos preparan mesas o altares con los alimentos y bebidas preferidos de los difuntos. Un ejemplo de esto fue el altar que se montó en la Terminal de Buses de La Paz, gracias a la iniciativa de la administración de esta institución, que depende de la Alcaldía, y de los comerciantes que ofrecen diversos productos en el lugar.

Muestra la ‘t’antawawa más grande del país durante la celebración del Día de Difuntos este sábado, en La Paz (Bolivia) / EFE

Fernando Zambrana, secretario general de la Sociedad de Comerciantes Ambulantes Interior Terminal de Buses, explicó que esta mesa estaba dedicada a los conductores de autobuses que han fallecido en accidentes de carretera. “Hoy es un día donde se le da todo el cariño a las almitas que están llegando a las 12:00 horas. Ponemos esta mesa porque hay chóferes que han muerto en accidentes”, comentó Zambrana.

Elementos del altar

El dirigente detalló que en el altar se colocaron panes con forma de escaleras, que simbolizan la ayuda para que las almas desciendan y asciendan al cielo. También incluyeron panes en forma de caballo, que se cree facilitan el tránsito de las almas, así como `tuqurus`, que son tallos de cebolla donde se piensa que las almas almacenan agua para su viaje.

Además, se añadieron frutas, coronas de plástico en colores negro y morado, arcos de cañas de azúcar y los llamados suspiros o merengones, que se ofrecen para que los difuntos “tengan aliento para volver a donde han venido”, según mencionó Zambrana.

Muestra un altar durante la celebración del Día de Difuntos este sábado / EFE

Los estudiantes de gastronomía del Instituto Técnico Nueva Bolivia también colaboraron con algunos platos típicos de esta festividad, como el ají de garbanzos. Igualmente, se incluyeron dulces, refrescos, agua bendita y flores de retamas, con la intención de que “todo lo malo se vaya de la terminal y no haya más accidentes”, agregó el dirigente.

Rituales de oración

El bullicio habitual de la terminal se detuvo al mediodía para realizar el rezo de tres padrenuestros y tres Ave Marías, como parte de la ceremonia para recibir a las almas, concluyendo con un “que se reciba la oración”.

La t’antawawa gigante

Un elemento central en esta celebración en Bolivia son las `t’antawawas`, que son panes en forma antropomórfica que representan a los difuntos. Estas figuras llevan pequeñas máscaras de yeso con rostros pintados de hombres, mujeres y niños. Algunas `t’antawawas` se elaboran con máscaras de danzas folclóricas bolivianas, superhéroes o personajes de programas de televisión y películas, reflejando los gustos de los fallecidos.

Este año, la pastelería local Lecker Brot se propuso hacer la “t’antawawa más grande de Bolivia”, que alcanzó los 2 metros de altura y representó a un “moreno”, la figura masculina de la danza típica boliviana de la morenada. Adriana Guillén, administradora del establecimiento, explicó que esta iniciativa tiene como antecedente un pastel gigante de la emblemática montaña Illimani, que forma parte del paisaje de La Paz, elaborado hace 2 años.

Guillén comentó: “Hemos dicho por qué no honramos, por qué no nos animamos a hacer eso y le damos un cariño a la gente para que también puedan sentirse parte de esta festividad y nosotros acompañar a los seres queridos que ya no están con nosotros”.

La creación de este “monumento” de 45 kilos de masa de pan brioche dulce requirió más de una semana de trabajo, en el que participaron alrededor de 20 personas. “Un trabajo duro, pero en equipo”, mencionó la administradora.

La `t’antawawa`, decorada en rojo, amarillo y verde, los colores de la bandera boliviana, se exhibió en la entrada de la pastelería, donde los transeúntes pudieron tomarse fotografías junto a ella. Después de varias horas de exhibición, los pasteleros repartieron el pan entre las personas que se acercaron al lugar.

Fuente: EFE


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