El presidente electo de Bolivia, Rodrigo Paz Pereira, tomará posesión del cargo el 8 de noviembre de 2025. Su plan incluye un reordenamiento del estado, con el objetivo de reducir el número de ministerios y cerrar empresas públicas que están en déficit. Esta decisión surge como respuesta a la percepción de que el aparato público es sobredimensionado y financieramente agotado tras 20 años de gestión del Movimiento Al Socialismo (MAS).
Herencia institucional del nuevo gobierno
El nuevo Ejecutivo recibirá una herencia institucional que incluye más de 200 estructuras dependientes. Esto abarca 17 ministerios, 56 viceministerios, 86 instituciones descentralizadas y más de 30 empresas públicas. Esta burocracia ha sido considerada por el Partido Demócrata Cristiano (PDC) como una carga fiscal.
“Estamos quebrados, nueve de los 17 ministerios no tienen dinero ni para los servicios, no hay plata. Han ampliado tanto el Estado que tenía la secretaria su secretaria y la secretaria de la secretaria”, protestó José Armando Torrico, vocero del PDC.
Prioridades del nuevo presidente
Rodrigo Paz Pereira ha señalado que su prioridad será “ordenar la casa”. Esto implica reducir el aparato estatal que consume recursos que el país ya no tiene. El equipo económico del PDC está trabajando en un plan de reestructuración que busca reducir el gabinete de 17 a 12 ministerios. Se eliminarán duplicidades y se buscará mayor eficiencia y ahorro fiscal.
Se está evaluando la eliminación o fusión de carteras como Culturas, Salud, o la creación de un megaministerio que agrupe Desarrollo Productivo, Desarrollo Rural y Planificación.
Revisión de empresas estatales
El nuevo gobierno también revisará la sostenibilidad de las más de 30 empresas estatales creadas durante la era del MAS. Una de las primeras en ser analizadas para su cierre es la Empresa de Apoyo a la Producción de Alimentos (Emapa). Esta empresa ha operado con fuertes subsidios y enfrenta cuestionamientos por corrupción y falta de transparencia.
Paz Pereira ha afirmado que “no se mantendrá aquella entidad que no genere resultados”. Se eliminarán duplicidades en la compleja estructura administrativa de viceministerios, direcciones y unidades desconcentradas.
Impacto del gasto público
Según expertos como el economista Fernando Romero, esta burocracia ha provocado que el gasto corriente se triplique. Esto ha llevado a destinar un gran porcentaje del presupuesto nacional a salarios y funcionamiento institucional.
Durante la gestión del MAS, el Estado boliviano experimentó un crecimiento significativo al crear nuevas estructuras para impulsar la industrialización y la soberanía económica y alimentaria. Sin embargo, muchos de estos proyectos no lograron los resultados esperados y se convirtieron en una “pesada carga para el Tesoro General de la Nación (TGN).”
Desafíos del nuevo gobierno
El nuevo gobierno enfrentará el reto de demostrar que un estado más pequeño puede ser más fuerte. Gabriel Espinoza, asesor del equipo económico, advirtió que las decisiones profundas no serán inmediatas y requerirán un análisis transparente de las cuentas fiscales.
El 8 de noviembre de 2025 marcará el inicio de un nuevo capítulo, donde se espera que la eficiencia y la austeridad burocrática reemplacen al gigantismo en un intento por solucionar la crisis fiscal del país.













