El Presidente de Bolivia, Luis Arce, ha lanzado un fuerte ataque contra su antiguo aliado y líder del Movimiento Al Socialismo (MAS), Evo Morales. Arce responsabiliza a Morales de haber dirigido el voto hacia la derecha, lo que facilitó la victoria de Rodrigo Paz. Esta situación ha llevado al quiebre de las relaciones de Bolivia con la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
La reacción del mandatario se produce un día después de que el ALBA, que incluye a gobiernos de Cuba, Venezuela y Nicaragua, anunciara la suspensión de Bolivia. Esta decisión fue tomada debido a la conducta del nuevo Gobierno de Paz, que fue calificada como “antibolivariana, antilatinoamericana, proimperialista y colonialista”.
A través de sus redes sociales, Arce calificó de “irónico e imperdonable” el comportamiento del expresidente Evo Morales durante el reciente proceso electoral. Aunque Arce criticó al presidente electo Rodrigo Paz por su postura sumisa hacia Estados Unidos, su principal ataque fue dirigido a Morales por su estrategia política en la segunda vuelta electoral.
El mandatario recordó que fue el propio Evo Morales quien reconoció que el voto de sus seguidores había apoyado a la fórmula de Rodrigo Paz y Edmand Lara. Arce lamentó que este apoyo se haya canalizado a favor de una “fracción reaccionaria” que ahora ataca a los gobiernos de Venezuela, Cuba y Nicaragua.
“Ahora esta facción política y su jefe político debe hacerse cargo de la estrategia enemiga. ¡La historia no lo perdonará en su ceguera, revanchismo e inagotable sed de venganza!”, manifestó Arce, dirigiéndose directamente a Morales por sus acciones.
Arce también criticó que, mientras Morales atacaba a los candidatos Eduardo Del Castillo y Andrónico Rodríguez, a quienes consideró como “las alternativas populares” del MAS en la primera vuelta, el expresidente hacía campaña por el “voto nulo”. Posteriormente, convenció a sus bases de votar por la derecha en el balotaje.
El presidente Arce reafirmó su compromiso con el bloque regional, agradeciendo el apoyo que el ALBA brindó a Bolivia durante su gestión y la anterior del MAS. Este quiebre público resalta la profunda división dentro del MAS, donde las facciones de Arce y Morales han estado enfrentadas por el control del partido y el rumbo político del país.
Analistas han señalado que esta situación representa una nueva derecha dentro del movimiento, lo que complica aún más el panorama político en Bolivia.













