Un operativo de control llevado a cabo por la Corporación Minera de Bolivia (Comibol) resultó en el secuestro de 120 toneladas de mineral que habían sido extraídas ilegalmente del Cerro Rico de Potosí. Este mineral se encontraba en depósitos clandestinos. Como consecuencia de esta acción, se han activado acciones penales contra los responsables del hecho.
Extracciones ilegales de mineral
De acuerdo con un informe de la estatal Comibol, las extracciones de óxidos de plata son consideradas ilegales si los operadores mineros no presentan tornaguías, que son los permisos necesarios para comercializar mineral, en los puntos de control establecidos por la Comibol en la zona del cerro.
Para evadir estos controles, los mineros clandestinos han habilitado depósitos ilegales en lugares estratégicos en las faldas del cerro. Esto les permite movilizar la carga de manera ilegal y en horarios no permitidos, según lo reportado por la agencia de noticias ABI.
Operativo exitoso de la Comibol
El pasado fin de semana, el personal de la Comibol logró secuestrar más de 120 toneladas de óxidos de plata que estaban acumuladas en un depósito casi imperceptible, ubicado por debajo de la montaña.
Ingenieros y abogados de la estatal minera intervinieron en el lugar utilizando maquinaria pesada para llevar a cabo el secuestro de la carga, siguiendo los procedimientos legales establecidos.
Prohibición de acumulación de óxidos
Iván Fuertes, gerente regional de la Comibol en Potosí, informó que desde el 1 de octubre de 2025, está prohibida la acumulación de óxidos en las faldas y alrededores del Cerro Rico de Potosí.
Los infractores de esta disposición no solo corren el riesgo de perder la carga, sino que también pueden enfrentarse a procesos penales.

Consecuencias legales para infractores
La retención y secuestro de cargas ilegales de óxidos de plata cuenta con el respaldo de la Federación de Cooperativas Mineras de Potosí (Fedecomin). Esta organización, el 1 de octubre de 2025, emitió un voto resolutivo en el que ordenó a sus afiliados que: “(…) todas las canchas pampas (depósitos clandestinos de mineral) del Cerro deben ser eliminadas y prohibidas, es decir, que todos los acopios de los óxidos de las faldas del Cerro Rico deben ser prohibidos”.
Impacto ambiental del acopio ilegal
El acopio ilegal de mineral contribuye de manera significativa a la degradación geológica del macizo rocoso. Los operadores mineros que promueven esta actividad realizan voladuras, que implican la extracción con dinamita y el uso de maquinaria pesada, lo que genera un daño irreversible a la montaña.
La prohibición de los acopios tiene como objetivo evitar un daño geológico en la gradiente del Cerro Rico y prevenir nuevos hundimientos en la zona.
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