El 21 de octubre se celebra el Día Mundial del Ahorro de Energía, una fecha importante para reflexionar sobre la necesidad de usar los recursos energéticos de manera responsable. Aunque muchas veces la atención se centra en acciones dentro del hogar, como apagar luces o desconectar dispositivos, la Agencia Internacional de Energía (AIE) y las Naciones Unidas (ONU) nos recuerdan que los hábitos que adoptamos fuera de casa también tienen un gran impacto, especialmente en el sector del transporte, que es el mayor emisor de carbono a nivel global.
El ahorro energético en el exterior está fuertemente relacionado con nuestros modos de transporte. Este sector es responsable de casi 25% de todas las emisiones de CO2 vinculadas a la energía, según el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). La AIE y la ONU fomentan el uso de la bicicleta o caminar para trayectos cortos. Para distancias más largas, el transporte público se presenta como la opción más ecológica.
La ONU destaca que reemplazar el uso del automóvil particular por el transporte público puede reducir hasta 2.2 toneladas de emisiones de carbono anualmente por persona. Esta acción es crucial en la lucha contra el cambio climático. Además, la conducción eficiente, que incluye manejar de forma suave, mantener los neumáticos bien inflados y evitar aceleraciones bruscas, ayuda a optimizar el consumo de combustible, sin importar el tipo de vehículo.
Ahorro en calefacción
En regiones con climas fríos, la calefacción representa un alto consumo energético. La AIE resalta que bajar el termostato solo 1 °C puede generar un ahorro de aproximadamente 7% en el consumo de calefacción. Utilizar termostatos programables para reducir la temperatura a 10 °C cuando la vivienda está desocupada también puede resultar en un ahorro significativo en las facturas de energía.
Situación en Bolivia
Bolivia enfrenta el desafío de modernizar su consumo energético. Según el Gobierno, las políticas nacionales se basan en una visión de Eficiencia Energética y Transición Energética, aunque la matriz energética actual sigue dependiendo mayormente del gas natural. Uno de los pilares más importantes es la promoción de la Generación Distribuida (GD) a través de Decretos Supremos (D.S. 4477 de 2021 y D.S. 5167 de 2024). Este modelo permite a los usuarios, ya sean residenciales, comerciales o industriales, generar su propia electricidad, principalmente mediante paneles solares fotovoltaicos, e inyectar los excedentes a la red a cambio de una compensación mediante medición neta.
A pesar de que el sistema es relativamente nuevo, los datos del Ministerio de Hidrocarburos y Energías (MHE) muestran un crecimiento notable. Para 2024, el número de usuarios con GD aumentó a 254, con una potencia instalada de 4.6 NW. Las proyecciones para el país indican que se espera alcanzar 76.9 GWh de energía eléctrica producida por usuarios para 2030, lo que equivale a 37 NW de potencia instalada. Esto se traduciría en un ahorro de más de 592 millones de pies cúbicos de gas natural anualmente.
Medidas clave en el país
Bolivia ha implementado otras medidas importantes, como la Estrategia Nacional de Eficiencia Energética, que establece metas específicas para reducir el consumo en sectores como el residencial y el alumbrado público. También se ha introducido el Etiquetado de Eficiencia Energética para electrodomésticos, promoviendo la adquisición de dispositivos que consuman menos electricidad. Además, se están promoviendo tecnologías eficientes, como la masificación de luces LED.
El mensaje de este Día Mundial del Ahorro de Energía es claro: el cambio no solo depende de decisiones individuales al salir de casa o al reducir el uso del automóvil, sino también de que los gobiernos implementen y fortalezcan políticas sistémicas y la infraestructura necesaria para lograr un futuro energético más limpio y eficiente.