El robo de un conjunto de joyas “de un valor patrimonial e histórico incalculable” en el Museo del Louvre ocurrió este domingo por la mañana. Este asalto fue llevado a cabo en solo 7 minutos por un grupo de 4 ladrones “profesionales”, aunque durante su huida perdieron parte del botín.
Los ministros franceses del Interior, Laurent Núñez, y de Cultura, Rachida Dati, ofrecieron esta información poco después de que se produjeran los hechos en el museo más visitado del mundo, que recibió 8,7 millones de visitantes el año pasado. Debido al robo, el Louvre tuvo que cerrar sus puertas durante todo el día, lo que afectó a miles de turistas que tenían planes de visitar el lugar.
La fiscal de París, Laure Beccuau, quien está a cargo de la investigación, explicó que el incidente ocurrió a las 09:30 horas. El grupo de ladrones llegó por el flanco sur del museo, que da al río Sena, utilizando 2 motos y un camión equipado con un montacargas similar a los que se usan en mudanzas.
Cómo se llevó a cabo el robo
Los ladrones accedieron al primer piso, específicamente a la galería Apolo. Dos de ellos entraron después de romper el cristal de una ventana con discos de corte, que también utilizaron para fracturar 2 vitrinas: una conocida como la de los diamantes y otra que contenía joyas del Segundo Imperio.
Durante su fuga, los ladrones perdieron una corona. Se llevaron una diadema de la reina María Amelia y de la reina Hortensia, un collar del conjunto de zafiro de las mismas reinas, un pendiente de ese mismo conjunto, un collar de esmeraldas de la reina María Luisa, un par de pendientes de esmeralda de María Luisa, un broche, una diadema de la emperatriz Eugenia y un broche de la misma emperatriz.
La corona perdida
La corona que se perdió pertenecía a la emperatriz Eugenia de Montijo, esposa española del emperador Napoleón III (1852-1870), y resultó dañada. Esta corona está compuesta por 1,354 diamantes y 56 esmeraldas, y fue creada para la emperatriz con motivo de la Exposición Universal de 1855. Tras el cambio de régimen a la III República en 1870, fue vendida en 1885 por el Estado francés como parte de un esfuerzo por liquidar su pasado monárquico. Regresó a la propiedad del Estado más de un siglo después gracias a una donación.

Valor histórico de las joyas
Las joyas robadas tienen “un valor patrimonial e histórico incalculable”, destacó Núñez, quien se mostró optimista sobre la posibilidad de encontrar a los responsables “y sobre todo los bienes robados” en un corto plazo.
La ministra de Cultura también enfatizó que los ladrones actuaron de manera “profesional” y sin violencia, lo que evitó que hubiera heridos. Además, resaltó que la evacuación de los visitantes del museo se realizó de forma adecuada por parte de los empleados.
Investigación en curso
La Fiscalía de París ha iniciado un procedimiento por robo en banda organizada y asociación de malhechores. El presidente francés, Emmanuel Macron, calificó el robo en el Louvre como “un ataque a un patrimonio que apreciamos porque es nuestra historia”. Se mostró convencido de que “encontraremos las obras y los autores responderán ante la Justicia”, y aseguró que se están tomando todas las medidas necesarias para lograrlo.
El senador comunista Ian Brossat criticó al Gobierno por no haber prestado atención a las advertencias de los empleados del Louvre. El pasado 16 de junio, estos trabajadores organizaron una huelga sorpresa para alertar sobre la falta de personal, especialmente en el área de seguridad.
Brossat también señaló que en los últimos 5 años, la plantilla del museo se ha reducido en 200 personas. Dati recordó que Francia cuenta con un gran patrimonio histórico, lo que ha convertido a sus museos en objetivos para los delincuentes, un problema “antiguo” que se está abordando en el Louvre, que había solicitado una auditoría de seguridad a la Prefectura de Policía.
Robos históricos en el Louvre
El último robo en este museo, ubicado en el corazón de París, ocurrió en 1998, cuando se sustrajo en pleno día un cuadro del pintor francés Camille Corot, que aún no ha sido recuperado. Sin embargo, el robo más famoso fue el que tuvo lugar el 21 de agosto de 1911, cuando un obrero italiano, Vincenzo Peruggia, se llevó La Gioconda, alegando motivos patrióticos. Este cuadro de Leonardo da Vinci fue recuperado en 1913, tras el contacto del ladrón con un marchante de arte.