La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) ha emitido una alerta sobre un riesgo inminente para la seguridad alimentaria en Bolivia. Esta situación se debe a la escasez de diésel, que está afectando la cosecha de invierno en el Norte cruceño y el Beni. Los agricultores se ven obligados a esperar hasta cuatro días en filas para conseguir combustible, lo que agrava aún más la crisis.
Responsabilidad del Gobierno
Klaus Frerking, presidente del gremio, ha responsabilizado al Gobierno del presidente Luis Arce por los daños ocasionados al sector productivo. Frerking ha enfatizado que es necesario sembrar 100.000 hectáreas de arroz para el 2025 en el Beni. Según sus declaraciones, los productores consideran que si logran alcanzar el 60% de siembra, sería un resultado positivo. “¿Por qué? Por una irresponsabilidad de nuestras autoridades, una irresponsabilidad política”, afirmó en un video difundido por Cadena A.
Consecuencias para la producción
El representante del sector agropecuario ha señalado las graves consecuencias de priorizar intereses políticos sobre las necesidades productivas del país. Frerking ha advertido que estas acciones del Gobierno generan “incertidumbre en la canasta familiar”. Además, ha mencionado que el sector utiliza 360 millones de litros de combustible al año y que deben sembrar 3 millones de hectáreas hasta finales de diciembre y principios de enero.
Problemas recurrentes en el sector
Esta crisis se inscribe en una problemática que afecta al sector agropecuario desde hace más de tres años, a pesar de que este sector es responsable del 70% de los alimentos que consumen los bolivianos. La falta de combustible y la ineficiencia en la gestión gubernamental han llevado a una situación crítica que podría tener repercusiones en la disponibilidad de alimentos.
Interrogante a las autoridades
Frerking ha finalizado su intervención con una pregunta directa a las autoridades: “¿Quién va a pagar el perjuicio que están recibiendo todos los productores al ir a hacer cola tres, cuatro, cinco días?”. Esta inquietud resalta el efecto dominó que podría generar la paralización del transporte y la producción, afectando la disponibilidad final de alimentos para la población.
/KMMN