Cada 15 de octubre se celebra el Día Mundial del Lavado de Manos, una fecha importante que fue establecida en 2008 por la Asociación Mundial para el Lavado de Manos. Esta jornada tiene como objetivo crear conciencia sobre el impacto significativo que un acto tan sencillo como lavarse las manos con agua y jabón puede tener en la salud pública a nivel global.
Expertos y organizaciones internacionales coinciden en que lavarse las manos no solo es la medida más económica y accesible para prevenir enfermedades, sino que también es un indicador clave del desarrollo sanitario de un país.
A nivel mundial, la Organización Mundial de la Salud (OMS) y Unicef han subrayado en múltiples ocasiones el poder del lavado de manos. Este hábito puede reducir la incidencia de enfermedades diarreicas en un 40%, especialmente cuando se realiza después de usar el baño y antes de comer. La diarrea sigue siendo una de las principales causas de mortalidad infantil en el mundo.
Prevención de enfermedades
Además, el lavado de manos es esencial para prevenir el contagio de Infecciones Respiratorias Agudas (IRA), que incluyen la influenza y el SARS-CoV-2 (COVID-19). Esta práctica ayuda a disminuir el riesgo de ausentismo escolar y laboral.
La higiene de manos también es crucial en entornos de salud. Estudios han demostrado que la práctica adecuada de lavado de manos por parte de parteras y personal sanitario puede reducir las muertes infantiles relacionadas con infecciones en un 27%.
Lucha contra la resistencia antimicrobiana
En los centros de atención médica, el lavado de manos salva millones de vidas cada año al prevenir infecciones asociadas a la atención médica, muchas de las cuales son causadas por organismos multirresistentes.
En Bolivia, el Ministerio de Salud y Deportes y el Servicio Departamental de Salud (Sedes) de La Paz aprovechan esta jornada para reforzar el mensaje sobre la importancia del lavado de manos, especialmente ante los brotes de enfermedades respiratorias.

Desafíos en Bolivia
Aunque no se dispone de estadísticas sobre el cumplimiento de hábitos de lavado de manos a nivel nacional para 2024, la preocupación constante de las autoridades refleja un desafío estructural en el país.
Las autoridades bolivianas han vinculado directamente el lavado de manos con la prevención de la influenza, una enfermedad que presenta picos anuales en el país. El SEDES La Paz recuerda a la población la necesidad de mantener una buena higiene de manos para prevenir la transmisión de gérmenes en entornos sanitarios y comunitarios.
Acceso y cultura de higiene
A pesar de que el lavado de manos es fundamental, su implementación total en Bolivia enfrenta retos relacionados con el acceso a servicios de agua potable y saneamiento en áreas rurales. Este obstáculo dificulta consolidar el hábito como una medida de salud universal.
En el contexto actual, la OMS y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) continúan promoviendo los cinco momentos clave para la higiene de manos en el sector salud. Estos momentos son: antes de tocar al paciente, antes de realizar una tarea limpia o aséptica, después de estar expuesto a fluidos corporales, después de tocar al paciente y después de tener contacto con el entorno.
El llamado en este Día Mundial es claro: la salud de la comunidad depende de este gesto simple, económico y eficaz que todos podemos y debemos realizar.
