El conflicto comercial entre Estados Unidos y China se ha intensificado esta semana, con amenazas de represalias económicas. Una de las medidas que podría tomar la administración del presidente Donald Trump es la interrupción del comercio de aceite de cocina usado (UCO). Esto ocurre en respuesta a la decisión de Pekín de suspender las compras de soja estadounidense.
Esta confrontación ha reavivado tensiones en los mercados globales y ha cambiado los flujos comerciales de materias primas clave. El comercio de UCO es esencial para la creciente industria de biocombustibles y combustible de aviación sostenible (SAF) en EE.UU. De acuerdo con datos del Departamento de Agricultura, las importaciones estadounidenses de grasas, aceites procesados y UCO provenientes de China alcanzaron cifras históricas en 2024.
China y su papel en el UCO
Expertos indican que China es el mayor productor mundial de UCO. Su exportación es crucial para que Estados Unidos cumpla con sus mandatos de mezcla de biocombustibles. Si se interrumpe este flujo comercial, podría haber un impacto inmediato y costoso para el sector agrícola y los mercados energéticos de EE.UU. Tras la difusión de la amenaza, empresas agroindustriales como Archer-Daniels-Midland Co. y Bunge Global SA vieron volatilidad en sus acciones.
Acusaciones del secretario del Tesoro
El secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, acusó a Pekín de “perjudicar deliberadamente la economía global”. Esto se debe a que China ha introducido nuevas restricciones a las exportaciones de minerales de tierras raras, que son esenciales para la alta tecnología, las energías renovables y la defensa. Bessent interpretó la medida china como “una señal de lo débil que está su economía, y quieren arrastrar a los demás con ellos”.
Reacción de China ante las amenazas
Las autoridades chinas respondieron con firmeza a las amenazas de EE.UU., rechazando el “doble estándar” de Washington. La agencia AFP reportó que Pekín insistió en estar lista para “luchar hasta el final” si se producen nuevas represalias económicas. Esta escalada se suma a la reciente imposición de aranceles portuarios cruzados por parte de ambos países.
Negociaciones en curso
A pesar de las advertencias, el portavoz comercial estadounidense, Jamieson Greer, confirmó que las negociaciones entre altos representantes continúan. Se mantiene prevista una reunión entre el presidente Trump y el líder chino Xi Jinping. “Nuestra decisión de imponer un arancel del 100% depende en gran medida de lo que hagan los chinos”, explicó Greer.
Trump declaró: “Tenemos una relación justa con China, y creo que todo irá bien. Y si no, no hay problema. Nos han lanzado muchos golpes, y hemos tenido mucho éxito”. Mientras tanto, los mercados globales se están reconfigurando ante estas tensiones. La suspensión de las compras de soja estadounidense por parte de China ya ha beneficiado a competidores como Brasil y Argentina.
Las decisiones sobre los aranceles y la reunión presidencial serán cruciales para determinar si esta escalada marca el inicio de una nueva guerra comercial o si se logrará una tregua.