El único debate presidencial antes de la segunda vuelta en Bolivia, que tuvo lugar el 12 de octubre de 2025, estuvo marcado por intensos intercambios entre Rodrigo Paz y Jorge Tuto Quiroga. A pesar de sus diferencias, ambos candidatos coincidieron en su compromiso de respetar los resultados de las elecciones programadas para el próximo 19 de octubre de 2025.
Ambiente del debate
El encuentro, que fue transmitido por televisión y organizado por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), se desarrolló en un ambiente tenso pero respetuoso. Rodrigo Paz, senador centrista que sorprendió en la primera vuelta al obtener el 32% de los votos, desafió a su contrincante a comprometerse con la estabilidad democrática del país.
“Nosotros vamos a colaborar con el que resulte ganador, quiero saber si Quiroga lo hará”, afirmó Paz. El exmandatario Quiroga respondió: “Todos vamos a trabajar por Bolivia”, cerrando así uno de los momentos más comentados del debate.
Diferencias en la crisis económica
Ambos candidatos presentaron visiones distintas sobre cómo enfrentar la crisis económica más severa que ha vivido el país en 40 años. Quiroga, de tendencia conservadora, propuso recurrir al Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a un plan de financiamiento que permita aliviar la escasez de divisas y combustibles.
Por otro lado, Paz rechazó esa posibilidad y sugirió reorganizar el gasto público y reducir subsidios de manera gradual, evitando así el endeudamiento externo. Esta diferencia de enfoques se convirtió en un punto clave del debate.
Coincidencias en propuestas
A pesar de sus diferencias, ambos candidatos mostraron coincidencias en aspectos estructurales del país. Propusieron reformar el sistema judicial, fomentar la inversión extranjera y fortalecer las autonomías regionales. También coincidieron en la necesidad de desarrollar de manera responsable los recursos naturales, especialmente el litio y los hidrocarburos.
Encuestas y votantes indecisos
Las encuestas previas al debate situaban a Quiroga con una ligera ventaja de entre 4 y 8 puntos porcentuales. Sin embargo, un número considerable de votantes aún se declaraba indeciso. Analistas señalaron que el intercambio de propuestas y críticas evidenció una competencia cerrada, lo que sugiere que el resultado podría definirse en los últimos días de campaña.
Próximos pasos para los candidatos
Ambos candidatos ahora deben concentrar sus esfuerzos en asegurar apoyos legislativos, dado que ninguno logró mayoría en la Asamblea durante la primera vuelta. La jornada electoral del próximo domingo será decisiva para definir no solo al nuevo presidente, sino también el rumbo político y económico de Bolivia tras casi 20 años de gobiernos de izquierda.