Más de 680 mil niños y niñas han sido forzados a abandonar sus hogares en Haití debido a la crisis humanitaria que afecta al país en 2025, según un informe publicado por Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef). La situación ha llevado a 1,3 millones de personas a desplazarse y ha puesto en riesgo la supervivencia de más de 3,3 millones de menores.
Hasta junio de 2025, existían 246 campamentos para desplazados y más del 33% de estos carecen de infraestructuras de protección básica. Esto incrementa el riesgo de violencia, explotación y abusos, especialmente para mujeres y menores. Además, la utilización de escuelas como refugios ha interrumpido la educación de casi 500 mil estudiantes.
La crisis actual es resultado de décadas de inestabilidad política, desigualdad económica, desastres naturales y debilitamiento institucional. La situación se agravó tras el asesinato del presidente Jovenel Moïse en 2021, lo que desencadenó un vacío de poder y un aumento de la inseguridad. Actualmente, más del 85% de Puerto Príncipe y las principales vías de comunicación están bajo control de pandillas armadas.
Unicef señala que más de 3,3 millones de niños requieren asistencia humanitaria y más de 1 millón enfrentan niveles críticos de inseguridad alimentaria. Se estima que 288.544 menores de cinco años podrían padecer malnutrición aguda en 2025. El colapso de los servicios básicos ha dejado a 3,8 millones de personas sin acceso regular a agua potable.
Durante el ciclo escolar 2024–2025, más de 1.600 escuelas fueron afectadas directamente por la inseguridad y al menos uno de cada cuatro niños está fuera de la escuela. Además, 84 centros educativos funcionan como refugios colectivos para desplazados. Solo entre el 15% y el 20% de las escuelas son públicas y exigen pagos por libros y uniformes.
En 2024, la ONU verificó 2.269 abusos graves contra niños, incluyendo asesinatos, secuestros y reclutamiento forzado. Esta cifra probablemente representa solo una fracción del total real debido a la falta de denuncias en zonas controladas por grupos armados.
“Los niños y niñas de Haití están sufriendo unos niveles de violencia y desplazamiento aterradores”, declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de Unicef. “Cada vez que se ven obligados a huir, pierden no solo su casa sino también la oportunidad de ir a la escuela”.
En junio de 2025, el llamado para la Acción Humanitaria en Haití estaba financiado solo al 13%. Las restricciones impiden que la ayuda llegue a las comunidades más necesitadas. Según Unicef, en lo que va del año ha brindado tratamiento contra la emaciación a más de 86.000 niños y atención sanitaria a unas 117.000 personas.
Ante este panorama, Unicef reclamó una acción internacional inmediata para revertir la crisis y proteger a la infancia haitiana. La organización exige restaurar el acceso humanitario, aumentar el financiamiento e invertir en estabilización centrada en la infancia. “Los niños y niñas de Haití no pueden esperar”, advirtió Catherine Russell.
Se destaca que desde 2024 Unicef logró desmovilizar y reincorporar a más de 178 menores vinculados con grupos armados.