La noticia del fallecimiento de Miguel Ángel Russo, entrenador argentino con más de tres décadas en el fútbol, ha dejado una profunda huella en el corazón de los aficionados. A los 69 años, y tras una lucha valiente contra el cáncer, Russo se despidió este miércoles, según confirmaron fuentes familiares.
Desde 2017, Russo enfrentó un diagnóstico de cáncer de próstata que se complicó con otro de vejiga. A pesar de su enfermedad, su pasión por el fútbol lo llevó a continuar dirigiendo hasta donde pudo. En 2017, cuando estaba al mando del Millonarios colombiano, logró consagrarse campeón ante Independiente Santa Fe, un logro que repitió en febrero del año siguiente en la Superliga.
En las últimas semanas, su salud se deterioró rápidamente. Hospitalizado en tres ocasiones por complicaciones, incluyendo una infección urinaria, su estado exigió cuidados especiales en su hogar desde finales de septiembre. El último partido que dirigió fue un empate 2-2 contra Central Córdoba el 21 de septiembre, donde se le vio sentado en el banquillo, símbolo de su lucha y entrega hasta el final.
Claudio Úbeda, su ayudante de campo, tomó las riendas del equipo en sus últimos encuentros y dedicó la victoria por 5-0 frente a Newell‘s al legado de Russo. Leandro Paredes, capitán del equipo, también rindió homenaje a su mentor en este triunfo.
Russo tuvo tres etapas como técnico de Boca Juniors. En su primera aventura, logró la Copa Libertadores 2007 ante Gremio y alcanzó la final del Mundial de Clubes contra el Milán. Su segundo paso entre 2020 y 2021 fue igualmente exitoso, con una Superliga y una Copa de la Liga Profesional en su palmarés.
A lo largo de su carrera, dirigió a varios clubes argentinos como Lanús, Estudiantes de La Plata y Racing Club, así como a equipos internacionales como Universidad de Chile y Al Nassr saudí. Como jugador, se destacó como mediocampista defensivo en Estudiantes de La Plata, donde dejó una marca imborrable con 435 partidos y once goles entre 1975 y 1989.
La partida de Miguel Ángel Russo no solo representa la pérdida de un gran estratega del fútbol argentino; es el adiós a un hombre que vivió intensamente por y para el deporte. Su legado perdurará en cada rincón del campo donde dejó su huella.