Los pueblos Urus del lago Poopó han hecho un llamado urgente por agua. El pasado martes, realizaron un acto espiritual en el que ofrecieron una mesa dulce a la Q`ocha Mama, en un gesto de agradecimiento y súplica por más agua y vida en su región.
La ceremonia se llevó a cabo con la participación de las comunidades del pueblo milenario Urus del lago Poopó, incluyendo Puñaca Tinta María, Villañeque y Llapallapani. Estuvieron presentes sus autoridades máximas, así como el Consejo de Gobierno Territorial de los Suyus y Naciones Originarias de Oruro (Cognasor), medios de comunicación y el apoyo del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA).
En la mesa dulce, se destacaron varios elementos simbólicos, especialmente los “doce aviadores”, que son considerados guardianes espirituales que dirigen los vientos. También se resaltó la importancia de los jalsuris, que son las totoras o juncos del lago, esenciales no solo para el ecosistema, sino también para la subsistencia de las familias Urus. Con estos juncos, las mujeres artesanas crean productos tradicionales y alimentan a su ganado.
Ritual en el lago
Después de la ceremonia, un grupo de Urus, junto con autoridades de mayor experiencia, se adentraron en el lago, donde el agua apenas alcanza 30 centímetros. Se dirigieron a un lugar especial para alimentar a la Mama Q`ocha (Madre lago), recordando que de ella provienen los peces y otros recursos vitales para la vida.
Pablo Flores Álvarez, alcalde comunal de Puñaca Tinta María, expresó que estas prácticas espirituales corren el riesgo de ser olvidadas. Por ello, es fundamental transmitirlas a las nuevas generaciones, manteniendo viva la memoria de sus ancestros como pueblos milenarios. “El agua es sagrada. Quien la contamina rompe un vínculo espiritual profundo”, afirmó.
Llamado a la sociedad
Al concluir este ritual, los pueblos Urus, conocidos también como “gente del agua”, hicieron un llamado a toda la sociedad: es necesario reconciliarnos con la Madre Tierra, la Mama Q`ocha, y asumir la responsabilidad de proteger el agua y la vida. “Que este mensaje no se quede en el aire, sino que inspire acciones concretas para recuperar el lago Poopó y proteger nuestro futuro”, añadieron.
El estado del lago Poopó
Es importante recordar que el lago Poopó enfrentó su peor momento en 2015, cuando sus aguas se secaron por completo. Aunque las lluvias lograron recuperar parcialmente su caudal hasta marzo, el lago actualmente solo conserva un espejo de agua reducido y nuevamente enfrenta el riesgo de desaparecer debido a las altas temperaturas y otros factores que lo amenazan.
Limbert Sánchez, del CEPA, comentó que este ritual tiene como objetivo que el lago Poopó se llene de vida, regrese el agua y, con ello, la esperanza para este pueblo milenario que continúa luchando por su supervivencia.