La Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO) ha emitido una grave advertencia sobre el aumento y la sofisticación de los avasallamientos en Bolivia. En las últimas dos décadas, los productores no solo han tenido que lidiar con la ocupación ilegal de tierras, sino que también han enfrentado delitos como el secuestro y el maltrato a personas.
Advertencia de la CAO
El vicepresidente de la CAO, Yamil Nacif, compartió esta información en una entrevista con Unitel. Nacif destacó que estos actos criminales representan un daño doble para el sector agropecuario. “Aquí hay dos tipos de delito: uno, el avasallamiento, y otro, el secuestro y el maltrato de muchas personas que ha habido en todos estos casos”, afirmó el ejecutivo.
Impacto en la economía
Nacif subrayó que estas prácticas no solo infligen un daño personal profundo a los productores, sino que también tienen repercusiones directas y negativas en la economía del país. Como ejemplo, mencionó la región de Cochabamba, donde el área productiva ha disminuido drásticamente, cayendo un 40% debido a la ocupación ilegal de tierras.
Modus operandi de los avasalladores
El ejecutivo también indicó que el modus operandi de los avasalladores no se limita únicamente a la propiedad privada. “Los avasallamientos no solo afectan a propiedades privadas, sino también a espacios públicos, reservas naturales y tierras fiscales que son de todos los bolivianos, no de los avasalladores”, denunció.
Reacción de las autoridades
Desde la CAO, se expresó preocupación por la pasividad inicial de las autoridades, que ha llevado a situaciones extremas para lograr una respuesta. Nacif mencionó el caso del predio Patujú, en Montero, donde el gobernador Luis Fernando Camacho tuvo que ingresar al lugar avasallado como medida de presión para que la Policía realizara un operativo de desalojo.
Falta de seguridad jurídica
El sector productivo atribuye el aumento de avasallamientos a la falta de seguridad jurídica y advierte que esta práctica se ha convertido en un “modus operandi” de las bases sociales vinculadas a partidos políticos, especialmente del masismo. “Eso es lo que nosotros ya no aguantamos más”, sentenció Nacif.
Protección de tierras productivas
Finalmente, el vicepresidente de la CAO enfatizó la necesidad de proteger las tierras que están en plena producción de carne, leche y caña. El sector exige el cumplimiento de la ley y que se brinden las certezas necesarias para el trabajo en el campo, asegurando así la continuidad de la producción de alimentos.