En la comunidad de Hilo Hilo, que forma parte del Área Natural de Manejo Integrado Nacional Apolobamba, en el departamento de La Paz, se ha dado inicio a la temporada 2025 de arreo, captura y esquila de vicuñas. Esta actividad es fundamental tanto para la conservación de esta especie emblemática como para el desarrollo económico de las comunidades altoandinas.
Inauguración del evento
La inauguración de este importante evento tuvo lugar el miércoles 1 de octubre de 2025. El director general de Biodiversidad y Áreas Protegidas, Omar Osco, fue el encargado de abrir la ceremonia. En el evento también participaron autoridades municipales y originarias, representantes de organizaciones comunitarias, la Asociación Comunitaria para la Comercialización de la Fibra de Vicuña de Bolivia (Acofiv) y personal de WCS Bolivia.
Según Acofiv, esta actividad tiene como objetivo promover y revalorizar el trabajo comunitario en el manejo sostenible de la vicuña en Apolobamba y en todas las comunidades que se dedican a esta labor. Además, busca visibilizar el impacto social y económico que genera en las regiones donde habita esta especie.
La esquila de vicuñas se lleva a cabo en Bolivia desde 1998 y se ha convertido en una fuente de ingresos significativa para comunidades rurales de cinco departamentos. En esta temporada, se prevé realizar más de 10 jornadas de esquila, lo que beneficiará a entre 5.000 y 7.000 familias a través de la comercialización de la valiosa fibra del camélido, considerada una de las más finas y costosas del mundo.

Éxito en la conservación
El técnico en manejo de vicuñas de WCS, Humber Alberto, destacó que el aprovechamiento de esta especie es un ejemplo exitoso de conservación. “En Apolobamba, en 1975, se estimaba que solo había 97 vicuñas y hoy en 2025 se tiene más de 18,000 vicuñas. No solo se recuperó la especie, sino que se ha podido aprovechar la fibra de la vicuña en beneficio de las comunidades”, afirmó.
Protección de la vicuña
La vicuña (Vicugna vicugna) cuenta con protección tanto de convenios internacionales como de la normativa boliviana, debido a su alto valor ecológico y económico. Su conservación ha sido posible gracias a la prohibición de la caza, la creación de áreas protegidas y el desarrollo de estrategias de manejo sostenible impulsadas por el Estado y las propias comunidades.
Bolivia aplica como principal estrategia de conservación el manejo comunitario, donde las poblaciones locales son protagonistas en las labores de protección, conservación y aprovechamiento. Esto se realiza siguiendo las directrices establecidas en el Plan Nacional de Manejo de la Vicuña y otros lineamientos técnicos oficiales.