El Real Madrid conquistó este martes Asia liderado por Mbappé, que marcó tres goles ante el Kairat kazajo (0-5), una victoria europea que acalla por unos días los tambores de crisis en la casa blanca.
El francés, al que se vio muy participativo y con ganas de involucrar a un irregular Vinícius, resolvió el entuerto de viajar a casi 7.000 kilómetros de distancia después de la catástrofe del Metropolitano ante el Atlético de Madrid, en el primer partido del equipo blanco en el continente asiático en la Liga de Campeones.
Si bien Real Madrid dominaba el partido, le costaba abrir el marcador, tuvo que ser un error de la defensa local el que permitiera a los blancos inaugurar el marcador. Mastuantono, el más listo de la clase, persiguió el balón y provocó un penalti al ser derribado por el portero en su desesperada salida.
Mbappé marcó desde los once metros engañando al adolescente Kalmurza a los 25 minutos.
En ese momento el partido estaba donde quería el Madrid. El Kairat ya apenas cruzaba el centro de campo, aunque faltaba fluidez en el juego del equipo blanco. Un descontento Alonso se desgañitaba en la banda.
El partido pedía un segundo gol y Mbappé estuvo a punto de marcarlo al borde del descanso tras hacerle un túnel a su marcador y disparar con la izquierda rozando una escuadra. Hubiera sido un gol de bandera.

El gol de la tranquilidad para el Real Madrid tuvo que esperar, pero no mucho. El francés aprovechó un larguísimo despeje de Courtois para marcharse en velocidad del central ruso Sorokin y batir a Kalmurza picando el balón con un sutil toque (52 minutos).
Eso sí, después falló un gol con un disparo a bocajarro tras una preciosa tuya-mía con Vinícius. Ahí se animó el Kairat, que tuvo un par de acercamientos peligrosos, especialmente un disparo desde fuera del área que obligó a Courtois a una buena estirada.
El Real Madrid desaprovechó dos contraataques francos y, sin quererlo ni beberlo, Ceballos derribó a Gromyko en el área. El árbitro decretó once metros, pero el VAR le hizo cambiar de opinión.
Salvado por la campana. Por suerte para el Real Madrid, una jugada del recién entrado Rodrigo, no sin la intervención de Güler, permitió a Mbappé marcar el tercer gol y firmar un merecido ‘hat-trick’, el cuarto de su carrera en la ‘Champions’.
Fue un disparo desde fuera del área a media altura ante el que nada pudo hacer Kalmurza (74 minutos). Con el equipo kazajo hundido, Camavinga anotó el cuarto al rematar en plancha de cabeza en un contraataque (83 minutos) y Brahim hizo el quinto el último suspiro con un disparo raso y cruzado (93 minutos).
El Real Madrid dejó claro que esta temporada es el equipo de Mbappé y en su próximo partido del torneo continental recibirá el 23 de octubre al Juventus.
