Estados Unidos, uno de los tres países que organizarán el Mundial de fútbol de 2026 junto a México y Canadá, se opone a la expulsión de Israel de este torneo internacional.
Un portavoz del departamento de Estado de Estados Unidos declaró a la cadena británica BBC que su país trabajará para “frenar completamente cualquier intento de prohibir al equipo de fútbol de Israel participar en la Copa del Mundo”.
En este momento, Israel ocupa el tercer lugar en su grupo, empatado en puntos con Italia y con 6 puntos menos que Noruega, que lidera la tabla.
Reunión de la UEFA
El comunicado de Estados Unidos se produce pocas horas después de que el diario británico The Times informara que la UEFA planea reunirse la próxima semana para decidir si suspender o no a Israel de las competiciones internacionales. Según el informe, “la mayor parte de los miembros del comité ejecutivo está a favor de la suspensión”.
Esta misma semana, 8 expertos de la ONU, incluyendo a la relatora para Palestina, Francesca Albanese, solicitaron a la FIFA y a la UEFA que suspendan a la selección israelí de las competiciones internacionales “como respuesta al genocidio en curso en el territorio palestino ocupado”.
Comparación con Rusia
Los defensores de la suspensión de Israel citan como ejemplo lo que ocurrió con Rusia, que ha sido excluida de las competiciones europeas desde la invasión de Ucrania en 2022.
En agosto, la UEFA se pronunció en contra de la muerte de civiles, mostrando una pancarta durante la Supercopa de Europa entre Paris Saint Germain y Tottenham Hotspur, aunque no mencionó a Israel.
Reacción de Mohamed Salah
Cuando la UEFA anunció el fallecimiento del futbolista Suleiman al-Obeid, conocido como el “Pelé palestino”, Mohamed Salah criticó a la organización en redes sociales por su falta de información. “¿Podéis decirnos cómo, dónde y por qué murió?”, escribió el jugador egipcio.
Al Obeid falleció mientras se encontraba en Gaza esperando ayuda humanitaria.
Posición de los expertos de la ONU
Los expertos de la ONU aclararon que el boicot “debe dirigirse al Estado de Israel y no a los jugadores individuales”, ya que estos no deben cargar con las consecuencias de las decisiones de su gobierno. Por lo tanto, no debe haber discriminación ni sanciones contra deportistas por su origen o nacionalidad.
Además, afirmaron que “las selecciones nacionales que representan a Estados que cometen violaciones masivas de los derechos humanos sí pueden y deben ser suspendidas, como ha ocurrido en el pasado”.
EFE