La Embajada del Japón en Bolivia firmó este mes cuatro contratos de cooperación financiera no reembolsable, que suman aproximadamente 240,000 dólares americanos. La ceremonia tuvo lugar en un evento oficial presidido por el embajador Hiroshi Onomura, con la participación de autoridades municipales y representantes de la sociedad civil. Esta actividad se enmarca dentro del programa de Asistencia para Proyectos Comunitarios de Seguridad Humana (APC).
Los convenios firmados beneficiarán a los municipios de La Guardia, Comarapa, San José de Chiquitos y Puerto Mayor de Carabuco, así como a la Fundación Sartawi Sayariy. Los fondos se destinarán a mejorar las infraestructuras educativas y productivas en comunidades vulnerables de los departamentos de Santa Cruz y La Paz.
Construcción de aulas en La Guardia
El primer proyecto consiste en la construcción de tres aulas y una batería de baños adaptados para estudiantes con discapacidad intelectual en el Centro de Educación Especial Oasis, ubicado en La Guardia, Santa Cruz. La inversión japonesa asciende a 426,054 bolivianos, equivalentes a 62,106 dólares, y beneficiará a 80 estudiantes. El alcalde Rufino Correa destacó que este apoyo permitirá al centro contar por primera vez con una infraestructura propia, ya que hasta ahora funcionaba como inquilino en otra unidad educativa.
Mejoras en Comarapa
El segundo convenio firmado corresponde al municipio de Comarapa, también en Santa Cruz. Se llevará a cabo la construcción de un bloque de cuatro aulas en la unidad educativa Pulquina Arriba A, con una inversión de 346,789 bolivianos, que equivale a 50,552 dólares. El alcalde Jhonny Vocal Andrade resaltó que este es el tercer proyecto que se realiza en colaboración con Japón y agradeció el acompañamiento técnico de la embajada, que permitió validar la necesidad educativa en una zona rural con infraestructura precaria.
Apoyo a San José de Chiquitos
El tercer acuerdo beneficiará a 88 estudiantes de la unidad educativa El Portoncito, en el municipio de San José de Chiquitos. Se construirá un bloque de cuatro aulas con un financiamiento de 392,979 bolivianos, equivalentes a 57,285 dólares. El alcalde Marvin Barbery expresó su satisfacción por esta alianza, especialmente en un contexto difícil para la región chiquitana, que ha sido afectada por incendios forestales. Aseguró que se cumplirán todos los compromisos establecidos en el contrato.
Sistema de riego en Carabuco
El cuarto y último proyecto se desarrollará en la comunidad de Chipuspuri, en el municipio de Puerto Mayor de Carabuco, departamento de La Paz. La iniciativa consiste en la construcción de un sistema de riego que beneficiará a 188 habitantes, con una inversión de 477,371 bolivianos, equivalentes a 69,587 dólares. La Fundación Sartawi Sayariy, representada por su directora ejecutiva Patricia Morales, será la encargada de ejecutar el proyecto. Morales agradeció la confianza de la embajada japonesa y destacó que este sistema mejorará la seguridad alimentaria y los ingresos económicos de las familias campesinas en una zona fuertemente afectada por el cambio climático.
Compromiso de Japón con Bolivia
Durante el acto, el embajador Hiroshi Onomura recordó que lleva más de 30 años en Bolivia y reiteró el compromiso de Japón con el desarrollo local y la cooperación descentralizada. Subrayó que los proyectos APC han sido una herramienta clave para fortalecer los lazos de amistad entre ambos países. Más allá del monto económico, estos proyectos representan una inversión en dignidad y bienestar para las comunidades.
Onomura también celebró los 65 años de cooperación japonesa en Bolivia y manifestó su disposición de seguir trabajando con gobiernos municipales, organizaciones no gubernamentales y otras instituciones sin fines de lucro. Concluyó su intervención con un mensaje de unidad: “Vamos a sembrar semillas y también conocimiento”.
