La noche en el estadio “Santiago Bernabéu” se convirtió en un espectáculo de emociones y fútbol vibrante, donde Kylian Mbappé se erigió como el héroe de una remontada que desató la ilusión del madridismo. Con dos penaltis convertidos por el francés, el Real Madrid mostró su capacidad de lucha, a pesar de enfrentar al Olympique de Marsella con un jugador menos tras la expulsión de Dani Carvajal. La afición, orgullosa del desempeño del equipo, vibró con cada jugada en una primera parte que dejó claro el potencial del nuevo proyecto dirigido por Xabi Alonso.
El estadio, repleto de hinchas, se llenó de energía desde el primer minuto. Mbappé, con una chilena que casi se convierte en gol, demostró su confianza y habilidad. El equipo blanco, aunque con defectos defensivos por pulir, exhibió un juego ofensivo incansable, presionando al rival en su campo y generando hasta 18 disparos en el primer tiempo. Vinícius, quien comenzó como suplente, fue un testimonio del cambio de mentalidad que Alonso ha instaurado: aquí juega quien lo merece.
Sin embargo, no todo fue fácil. A medida que avanzaba el partido, el Marsella comenzó a aprovechar los errores del Madrid. Un descuido defensivo permitió a Weah acercarse al gol, mientras que un fallo de Güler dejó al equipo vulnerable. La presión alta del Madrid se transformó en desventajas cuando la intensidad disminuyó. Aun así, Rodrygo y Mbappé continuaron buscando la portería rival con determinación.

El momento decisivo llegó cuando Rodrygo fue derribado por Kondogbia dentro del área. Mbappé no dudó y convirtió el penalti, sumando su quinto gol en cinco partidos. Con el marcador a favor y la afición animando sin cesar, el Real Madrid buscó cerrar el encuentro a pesar del calor agobiante y la presión del rival.
El segundo tiempo trajo consigo nuevos desafíos. Con Carvajal fuera del juego y Vinícius ingresando para cambiar las cosas, el equipo necesitaba mantener la calma. Sin embargo, los errores individuales comenzaron a acumularse. Militao no logró frenar a Aubameyang, quien estuvo cerca de marcar. La intensidad inicial se desvanecía y la necesidad de encontrar acierto en las definiciones se hacía evidente.
A pesar de las adversidades, fue Vinícius quien emergió como una chispa de esperanza. Tras una jugada desafortunada para el Marsella, aprovechó un rebote y asistió a Mbappé para sellar la victoria. Courtois tuvo su papel crucial al realizar paradas clave que mantuvieron al equipo en pie ante los embates finales del Marsella.
La victoria no solo significó tres puntos; fue un mensaje claro sobre la nueva era que se está forjando en el Real Madrid bajo la dirección de Xabi Alonso. La afición salió del estadio con una mezcla de orgullo y esperanza: este equipo tiene carácter y ambición para seguir luchando por más triunfos europeos.
