La Cámara Boliviana de Turismo (Cabotur) informó este viernes sobre una pérdida económica estimada en al menos 30 millones de dólares. Esta cifra surge tras la decisión de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) de trasladar la final única de la Copa Sudamericana 2025 del estadio Ramón Tahuichi Aguilera, ubicado en Santa Cruz de la Sierra, a la ciudad de Asunción, Paraguay.
La decisión de la Conmebol de retirar a Bolivia como sede de la final del torneo internacional se debe al retraso en los trabajos de remodelación del estadio cruceño. Esta situación ha generado una fuerte repercusión en el sector turístico del país. Luis Ampuero, presidente de la Cámara Boliviana de Turismo, destacó que Bolivia pierde una oportunidad estratégica para posicionarse como un destino moderno, estable y competitivo en la región.
“Escuchaba a los compañeros de la Alcaldía cruceña que estimaban más o menos un ingreso de unos 30 millones de dólares por la realización del evento, pero posiblemente el impacto es muchísimo mayor”, señaló Ampuero en una entrevista con Erbol.
Oportunidad perdida para Bolivia
El evento internacional, que estaba programado para llevarse a cabo en la capital cruceña, representaba una vitrina global. No solo se esperaba mostrar la infraestructura de Santa Cruz, sino también sus restaurantes, centros de entretenimiento, atractivos naturales y otros destinos turísticos del país. Con la decisión de la Conmebol, esa proyección ha quedado truncada.
Ampuero lamentó que no se hayan garantizado las condiciones necesarias de eficiencia, seguridad y estabilidad para mantener la sede. “Lamentable para nosotros, que no hemos sabido proyectar las condiciones de eficiencia, de estabilidad, seguridad que hubieran garantizado que este evento se realice en nuestro país, una gran pérdida para Bolivia, la economía, el turismo y todo el pueblo boliviano”, afirmó.
Beneficios para Paraguay
La Conmebol decidió trasladar la sede de la final a Asunción, Paraguay, manteniendo la misma fecha prevista inicialmente. Esto implica que el país vecino podrá capitalizar los beneficios económicos y turísticos del evento, mientras que Bolivia se queda sin una oportunidad valiosa para su desarrollo en el sector turístico.