La Reserva “El Curichi Las Garzas”, ubicada en San Carlos, Bolivia, ha visto una llegada masiva de garzas cabeza negra en su temporada de anidación de 2025. Se espera que alrededor de 2.500 polluelos nazcan en esta área protegida. El Gobierno Municipal de San Carlos, junto con la Fundación Natura Bolivia y las autoridades locales, están llevando a cabo acciones de conservación después de enfrentar años de amenazas como incendios forestales y avasallamientos.
Importancia de la reserva
Este espacio natural abarca más de 1.247 hectáreas y se ha convertido en uno de los sitios más importantes de Bolivia para la anidación de esta especie. Las garzas cabeza negra (Mycteria americana) son aves migratorias que han encontrado en el Curichi un refugio esencial para su reproducción. Estas aves anidan en árboles de ochoó, donde construyen entre 10 y 20 nidos, colocando aproximadamente tres huevos por nido.
Relación entre especie y hábitat
La conexión entre la especie y su hábitat resalta la armonía del ecosistema. La presencia de las garzas cabeza negra actúa como un indicador clave del estado de salud del medio ambiente. Proteger su hábitat significa también preservar la riqueza biológica y los servicios ecosistémicos que son fundamentales para las comunidades locales. Tras varios años de amenazas, la Reserva Municipal de Vida Silvestre ‘El Curichi Las Garzas’ está concentrando esfuerzos en su preservación.
Declaraciones sobre la biodiversidad
Julián Torrico, coordinador de Amazonía de la Fundación Natura Bolivia, destacó que este lugar es único en el departamento de Santa Cruz. “Es un ecosistema amazónico con abundante biodiversidad: anfibios, peces, capibaras, lagartos y aves. El ciclo de vida que se desarrolla aquí es una belleza natural que debemos preservar”, comentó Torrico.
Desafíos enfrentados en el pasado
En años anteriores, este equilibrio natural fue gravemente afectado. Los incendios forestales y el avance descontrolado de la frontera agrícola alteraron el hábitat, causando pérdidas tanto en biodiversidad como en cobertura vegetal. En 2024, se presentaron medidas cautelares contra los responsables de avasallamientos e incendios, buscando proteger este valioso ecosistema.