La selección boliviana de fútbol ha dado un paso histórico. Tras vencer 2-1 a Brasil en el estadio “Hernando Siles”, la Verde aseguró su clasificación al repechaje, una instancia que jugará por primera vez. Según hizo saber la FIFA, el sorteo de las llaves preliminares y las finales, se realizará el 5 de diciembre y la competencia se desarrollara 23 y el 31 de marzo de 2026.
El repechaje se jugará probablemente en México, en las ciudades de Monterrey y Guadalajara. Participarán seis selecciones provenientes de distintas confederaciones, todas en busca de uno de los dos últimos cupos al Mundial 2026.
Hasta el momento, las selecciones clasificadas son: Bolivia (Conmebol) y Nueva Caledonia (Oceanía); las otras cuatro, serán representantes de: Asia (proveniente de la quinta ronda clasificatoria), África (surgido de una liguilla entre los mejores segundos) y dos selecciones de Concacaf, que ocuparán los puestos de segundo lugar en la fase final de esa confederación.
El torneo se desarrollará en dos fases, una semifinal previa con cuatro selecciones, las con menor ranking FIFA se enfrentarán en partido único, los ganadores de las dos llaves clasificarán a las finales.
En esta fase final, los dos equipos mejor posicionados en el ranking FIFA, estarán a la espera de los ganadores de la fase previa, para enfrentarse y definir la llave en un solo partido, los ganadores de las dos llaves, obtendrán el pase al Mundial 2026.
Bolivia, actualmente ocupa el puesto 98 del ranking FIFA. Por el momento las selecciones que estarían jugando ese repechaje serían: Senegal (69 en el ranking FIFA), Emiratos Árabes Unidos (70), Hondura (78), Trinidad y Tobago (98) y Nueva Caledonia (155). De mantenerse esta clasificación, Bolivia jugaría la semifinal previa, ganar y jugar una llave final para llegar al Mundial 2026.

La clasificación al repechaje ha despertado una ola de entusiasmo en todo el país. Desde las comunidades rurales hasta los centros urbanos, el fútbol vuelve a ser un motor de unidad y esperanza.
La Verde no solo se juega su presencia en el Mundial 2026, sino también la posibilidad de mostrar al mundo una Bolivia es capaz de superar sus límites. El desafío es grande y el sueño está más vivo que nunca.