Dirigentes de la Confederación Universitaria Boliviana (CUB) han solicitado de manera formal que el presidente Luis Arce Catacora no retome su labor docente en la Carrera de Economía de la Universidad Mayor de San Andrés (UMSA). Argumentan que Arce es responsable directo de la crisis económica que enfrenta el país y que su presencia podría perjudicar la imagen de la institución.
Este requerimiento fue oficializado a través de cartas enviadas al decano de la Facultad de Ciencias Económicas y Financieras y al director de la Carrera de Economía. En la misiva, firmada por los vicepresidentes de la CUB, Henry Blanco y Hugo Quispe, se expresa: “Solicitamos se pueda suspender la carga horaria del docente para limpiar la imagen de nuestra universidad para beneficio de la comunidad universitaria y de la bolivianidad en su conjunto”.
Críticas a la gestión del presidente
Los dirigentes acusan al mandatario de tener una “pésima dirección administrativa del actual gobierno”, lo que, según el documento, ha provocado desabastecimiento de combustibles. Esta situación ha afectado al transporte, al comercio, a los trabajadores y estudiantes, además de encarecer los productos de la canasta familiar. En este contexto, cuestionan que Arce mantenga un vínculo académico con una universidad pública.
Respaldo y disidencias en la CUB
Hugo Quispe, uno de los dirigentes, informó que esta decisión cuenta con el respaldo del Comité Ejecutivo de la CUB. Sin embargo, admitió que hubo algunas voces disidentes dentro de la organización. Las cartas fueron entregadas oficialmente este lunes 1 de septiembre.
Malestar por la labor docente
Adicionalmente, los dirigentes estudiantiles han expresado su descontento por la manera en que Arce ha ejercido su labor docente en los últimos 5 años. Se ha cuestionado la combinación de clases presenciales y virtuales en proporciones que no han sido bien recibidas por los estudiantes.
Posibles medidas de presión
Quispe advirtió que, si las autoridades académicas no atienden el pedido, los estudiantes podrían tomar la Facultad de Economía y su respectiva carrera como medida de presión. Esta situación refleja el creciente descontento entre los estudiantes y la comunidad universitaria en general.