En menos de 24 horas, la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc) de Oruro detuvo a 5 efectivos militares tras una denuncia presentada por el Viceministerio de Lucha Contra el Contrabando. Este hecho se relaciona con el presunto delito de concusión y ocurrió la mañana del 22 de julio de 2025 en la localidad de Sabaya, específicamente en el sector de Julo, según informó el coronel Martín Arequipa, director departamental de la Felcc.
Aprehensión de los militares
Los aprehendidos incluyen un teniente, un suboficial y tres sargentos. Fueron encontrados en circunstancias sospechosas después de que personal del Viceministerio, liderado por un capitán, realizara un operativo de control en la región. Esto se llevó a cabo tras recibir información sobre el paso irregular de 17 camiones con contrabando.
Durante la inspección, el equipo de control logró identificar 23 rastros de vehículos de transporte pesado que habrían cruzado por el área. Al llegar al puesto de control militar en Julo, los efectivos militares asignados no se encontraban en el lugar, lo que llevó a los supervisores a seguir las huellas detectadas.

Hallazgos en el operativo
A 200 metros del puesto, se encontró un camión Nissan Cóndor en mal estado, sin conductor, que contenía fardos de ropa en su interior y equipos de comunicación, como radios handy. El seguimiento de las huellas condujo a una patrulla militar, en la que se halló otra radio en la misma frecuencia utilizada por el vehículo abandonado.
Durante la intervención, uno de los militares mostró signos de nerviosismo. Al revisar su teléfono celular, se encontró una conversación que hacía referencia al paso de los 17 camiones y un supuesto cobro de 27.600 bolivianos para permitir el tránsito de la mercadería ilegal.
Investigación en curso
Ante estos indicios, se procedió al arresto inmediato de los cinco efectivos, quienes fueron trasladados a la ciudad de Oruro. El caso ya está siendo investigado por el Ministerio Público. Según la Felcc, la mercadería incautada y el camión hallado en mal estado fueron incinerados como parte del procedimiento habitual en operativos contra el contrabando.
