Estados Unidos ha reportado más de 1.000 casos de sarampión en los primeros meses de 2024. El brote más significativo se ha registrado en el condado de Gaines, Texas, donde la cobertura de vacunación es notablemente baja. Las autoridades de salud han advertido sobre el riesgo de perder la clasificación de “eliminación” del virus si la transmisión continúa hasta enero de 2025.
Este aumento en los casos de sarampión coincide con la disminución en las tasas de vacunación infantil que se ha observado tras la pandemia de covid-19. Además, el avance de campañas de desinformación ha contribuido a esta situación. La reducción en la cobertura de vacunación compromete la inmunidad colectiva y favorece la aparición de brotes locales.
La mayoría de los contagios registrados en 2024 se originaron en un brote dentro de una comunidad menonita en el condado de Gaines, Texas. En esta comunidad, solo el 82% de los niños de kínder ha recibido las dos dosis recomendadas de la vacuna.
Disminución en la vacunación
El incremento de casos también se relaciona con la disminución nacional en las vacunaciones, que se ha observado desde la crisis sanitaria reciente. En el ciclo escolar 2023-2024, menos del 93% de los niños estadounidenses de kínder completó el esquema de MMR, en comparación con el 95% registrado en el ciclo 2019-2020, según datos del CDC.
El CDC advierte que más del 90% de las personas susceptibles que están expuestas al virus se contagian si entran en contacto con él. Texas ha concentrado la mayor cantidad de casos durante 2024, con más de 700 infecciones confirmadas y transmisión activa en condados rurales donde la cobertura de vacunación es baja.
Grupos vulnerables y brotes
Gaines se ha identificado como el principal foco de contagio, aunque también se han notificado brotes menores en otros estados. Estos brotes han surgido tras la llegada de niños y adultos no vacunados que fueron expuestos en el extranjero. Los menores de cinco años son el grupo más vulnerable, pero también están en riesgo las personas inmunocomprometidas y los adultos que no están inmunizados.
Este año, el país ha reportado tres muertes por sarampión: dos menores en Texas y 1 adulto en Nuevo México, todos no vacunados. El CDC señala que el virus puede causar complicaciones graves, como neumonía o encefalitis, con una tasa de mortalidad que varía entre uno y tres fallecimientos por cada 1.000 casos en la población pediátrica.
Recomendaciones del CDC
El CDC recomienda la inmunización como la medida central para detener la transmisión del virus. Dos dosis de la vacuna MMR ofrecen una alta protección y generan inmunidad de por vida en la mayoría de los casos. En situaciones de brotes activos, las autoridades aconsejan adelantar la primera dosis a los 6 meses y asegurar que los niños mayores completen su calendario de vacunación.
Además, se insta a los viajeros internacionales a certificar su estado de vacunación antes de salir del país, ya que la importación del virus desde zonas endémicas sigue siendo un riesgo. Ante cualquier síntoma compatible, como fiebre alta, sarpullido o conjuntivitis, el CDC sugiere consultar a profesionales de la salud para evitar nuevos contagios.
Desinformación y obstáculos
Expertos en salud pública advierten que la información errónea ha contribuido al descenso en las coberturas de vacunación, lo que ha favorecido los brotes recientes. En algunas zonas afectadas, se promovió la administración de vitamina A contra el sarampión, aunque el CDC aclara que solo se indica bajo supervisión médica en casos de hospitalización y no debe sustituir la vacuna.
El control de la situación se enfrenta a obstáculos adicionales debido a la reducción de fondos federales tras la emergencia por covid-19. Se estima que el gasto para contener un solo caso de sarampión oscila entre 30.000 y 50.000 dólares.