Las aguas del río Sena en París han sido declaradas aptas para el baño tras una inversión de 1.400 millones de euros. A partir del sábado 5 de julio de 2025, se abrirán tres zonas de baño. Esta iniciativa ha sido impulsada por la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, y el presidente francés, Emmanuel Macron, permitiendo a los ciudadanos y visitantes nadar en el río por primera vez en 102 años.
A partir del sábado, tanto parisinos como visitantes podrán disfrutar de tres espacios para zambullirse en el Sena. Estos espacios estarán ubicados junto al Ayuntamiento, en la zona oeste con vistas a la Torre Eiffel y en Bercy. Este avance se produce un año después de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de París, donde se cuestionó la calidad del agua debido a incidentes como el aplazamiento de la prueba de natación del triatlón masculino por problemas sanitarios.
Inversión y calidad del agua
El concejal de Deportes, Pierre Rabadan, afirmó que la inversión pública en limpiar el Sena “corrige una anomalía creada por el propio hombre” y que “eso no tiene precio”. Además, destacó que “la calidad del agua de este año está mejor que en el anterior (JJ.OO.)”, mencionando la recuperación de 40 especies acuáticas como resultado del plan de limpieza.
Acceso y límites de bañistas
Las áreas de baño tendrán acceso gratuito y un límite diario de bañistas. Estarán vigiladas por socorristas para garantizar la seguridad de los usuarios. La zona de Bercy podrá acoger hasta 700 personas, de las cuales 300 podrán estar dentro del agua. La zona de Grenelle tendrá un límite de 200 bañistas, mientras que la del Ayuntamiento podrá recibir hasta 150. La zona que cierra más tarde es Bercy, a las 21:00 horas.
Riesgos y preocupaciones
Rabadan también advirtió sobre las tormentas veraniegas como “el principal riesgo” para un cierre temporal de los espacios de baño. Francesca y Claudia, dos italianas residentes en París, expresaron su escepticismo sobre la limpieza del agua y la seguridad ante los barcos que navegan por el Sena.
Historia de la prohibición del baño
La prohibición del baño en el río Sena data de un decreto de la Prefectura de Policía del 17 de abril de 1923. Según el antropólogo Benoît Hachet, esta restricción tuvo motivos morales durante el siglo XIX, cuando muchos bañistas se zambullían desnudos. Fue a partir de los años 70 cuando se prohibió por riesgos sanitarios.
Estructura clave para la limpieza
Una estructura clave para permitir nadar en el Sena es un depósito de agua sucia construido junto a la estación ferroviaria de Austerlitz. Este colector ha estado recuperando desde 2024 el agua sucia que desborda las alcantarillas durante lluvias torrenciales, evitando que contamine el río con bacterias fecales.