El partido entre The Strongest y Club Deportivo Real Oruro se salió de su normal desarrollo en el intermedio cuando, supuestamente, se lanzó un gas lacrimógeno en el vestuario de los visitantes, afectando a medio equipo titular y que demoró la reanudación de este encuentro por 45 minutos, bajo la amenaza de no continuar, la noche del jueves, en el estadio “Hernando Siles” de La Paz.
“El gas vino de afuera. No tenemos más de qué hablar de este tema”, declaró, entre molesto y nervioso, el entrenador argentino Marcelo Straccia, durante la conferencia de prensa, después del triunfo del cuadro totoreño por 1-0, tomando el liderato en el grupo “B” de la Copa (torneo corto). El único gol fue anotado en el primer tiempo (23 minutos).
Los jugadores de CDT Real Oruro se negaron en regresar al campo, hicieron conocer de este hecho al equipo arbitral, a través de su capitán Julio Vila, y a la mesa de control. El defensor intercambió criterios con Jaime Arrascaita, de The Strongest sin llegar a un entendimiento.

El relato de la delegación visitante fue tomado con desconfianza en el lado de los atigrados, que, a través de su representante, Adrián Monje, dijo que es sospechoso que el gas sólo afectará a seis jugadores titulares y que los demás futbolistas no salieran al campo para tomar aire o buscar auxilio de inmediato.
“Que investiguen los que tengan que investigar”, fueron las palabras de Straccia, quien prefirió hablar del aspecto deportivo, destacando el esfuerzo de sus jugadores y que “fuimos superiores en todo el partido, vinimos acá para sumar los tres puntos”.
Minutos después del final del juego, el club orureño dio a conocer un comunicado, calificando este supuesto ataque como un “cobarde atentado antideportivo” y denunció que The Strongest no brindó las garantías de seguridad y de regreso a Oruro presentará la denuncia ante las instancias de la Federación Boliviana de Fútbol (FBF).
