Una carta firmada por el expresidente Evo Morales fue presentada este miércoles 2 de julio de 2025 ante el Tribunal Supremo Electoral (TSE). El propósito de este documento es exigir la inscripción de su candidatura para las próximas elecciones presidenciales, a pesar de su inhabilitación vigente.
El abogado del exmandatario, Wilfredo Chávez, entregó la misiva al presidente del TSE, Óscar Hassenteuffel. En la carta, Morales solicitó que se respete la decisión de sus bases sociales, quienes proclamaron su postulación. Además, afirmó que no debería ser excluido por “resoluciones políticas, al margen de la ley”.
Respeto a la decisión de las bases
“Respetar la decisión soberana de nuestras bases que defendieron democráticamente una candidatura presidencial representada por el hermano Evo Morales Ayma, como expresión legítima y legal de nuestro instrumento político”, leyó Chávez en la sede del órgano electoral al momento de la presentación.
El escrito también exigió que el TSE actúe con “valentía e independencia” y que no administre una elección “sin el pueblo”. Además, advirtió sobre un posible retroceso hacia una “democracia censitaria”.
Demandas adicionales al TSE
Además de solicitar la habilitación de Morales, la carta planteó que el TSE restituya la dirección nacional del Movimiento Al Socialismo (MAS-IPSP) a la dirigencia afín al “evismo”. También se pidió garantizar la participación del partido PAN-BOL en la contienda electoral.
Chávez explicó que la solicitud se sustentó en las resoluciones asumidas durante el ampliado de emergencia realizado el pasado fin de semana en el Trópico de Cochabamba, que es el bastión político de Morales.



Expectativas sobre la respuesta
El abogado anticipó que esperan una respuesta incluso en el transcurso del día. Advirtió que, de no haber una definición oportuna, podrían surgir otras formas de presión.
Inhabilitación de Evo Morales
Morales fue inhabilitado para las elecciones presidenciales de este 2025 debido a una sentencia del Tribunal Constitucional Plurinacional (TCP). Esta sentencia limita la reelección presidencial a un máximo de 2 mandatos, continuos o discontinuos, lo que impide su candidatura tras haber gobernado 3 periodos.