Los incendios en la Amazonía brasileña han mostrado una disminución significativa del 61 % en el primer semestre de 2025, en comparación con el mismo período del año anterior. Según informó el Gobierno el martes 1 de julio, se registraron un total de 5.169 focos de incendios.
En junio, la cifra de incendios también disminuyó un 42 % en comparación con junio de 2024. Este análisis se basa en imágenes satelitales proporcionadas por el Instituto Nacional de Investigaciones Espaciales (INPE, por sus siglas en portugués).
A pesar de esta caída interanual, los datos revelan que los incendios casi se duplicaron en relación con mayo, alcanzando un total de 1.650 focos reportados, lo que representa un aumento del 97 % en comparación con el mes anterior.
Sin embargo, los incendios de junio de 2025 fueron los menos numerosos para ese mes desde 2019, cuando se registraron 1.880 áreas afectadas por las llamas.
Aunque las cifras son considerablemente más bajas que las del año pasado, han encendido las alarmas en el Gobierno brasileño. Este busca evitar que se repita la devastación que sufrió el bioma en 2024.
Medidas del Gobierno brasileño
Para enfrentar esta situación, el Gobierno ha destinado recursos adicionales y ha reforzado la presencia de personal en las zonas más vulnerables. El objetivo es contener y prevenir nuevos focos de incendio en la región.

Datos del año anterior
En 2024, la Amazonía brasileña registró la mayor área quemada en 40 años, con más de 15,6 millones de hectáreas de vegetación consumidas por el fuego. Esta información proviene de un informe de la plataforma MapBiomas.
El año pasado, las llamas arrasaron una superficie un 117 % superior al promedio histórico, lo que representó el 52 % de toda el área quemada en Brasil. Esta situación se debió a la fuerte sequía que afectó a la región amazónica, provocando una caída en las lluvias.