Un tribunal de la Corte Nacional de Justicia de Ecuador condenó este lunes 30 de junio de 2025 a 13 años de prisión al exvicepresidente Jorge Glas y al exsecretario técnico Carlos Bernal. Ambos fueron hallados culpables de peculado durante el proceso de reconstrucción tras el terremoto de 2016. Además de la pena de cárcel, deberán pagar una multa y una indemnización significativa por malversación de fondos públicos destinados a las víctimas del sismo.
Detalles de la condena
El tribunal determinó que Glas y Bernal abusaron de sus cargos para desviar dineros públicos que debían ser utilizados para ayudar a las víctimas del terremoto. La Fiscalía demostró que priorizaron proyectos no urgentes, lo que causó un perjuicio al Estado de más de 225 millones de dólares. Esta financiación provino de los fondos de la Ley de Solidaridad, creada para mitigar los daños causados por el sismo.
Uso indebido de fondos
El Ministerio Público indicó que este dinero de los ecuatorianos se destinó a 11 proyectos no prioritarios, los cuales habrían beneficiado a intereses particulares en la asignación y firma de contratos. A pesar de que Glas afirmó no haber administrado “ni un solo dólar” durante el proceso, la jueza Caicedo señaló que se evidenció su impulso para procesar y aprobar la priorización de obras en un contexto de emergencia.
Argumentos de la defensa
La defensa de Bernal argumentó que él tampoco adjudicó contratos. Sin embargo, la magistrada afirmó que él promovía el desembolso para que las instituciones llevaran a cabo esos contratos. Además, algunos presupuestos “finalmente llegaban a las arcas de la familia de Bernal Alvarado, ya que los contratos estaban direccionados hacia ellos”.
Consecuencias legales
Los jueces ordenaron la pérdida de derechos políticos por 25 años y que se inicien investigaciones sobre los beneficiarios relacionados con los contratos priorizados. La jueza Caicedo enfatizó que “este no es el juzgamiento de un delito político ni es una decisión política, aquí se trata de fondos que no se usaron en favor de las víctimas del terremoto”.
Historial judicial de Glas
Jorge Glas ya cumple una pena anterior por corrupción impuesta en 2017 y otra en 2020. A finales de 2022, fue excarcelado por una resolución judicial y permaneció libre hasta finales de 2023, cuando solicitó asilo en la Embajada de México. El presidente Daniel Noboa ordenó asaltar la sede diplomática para detener a Glas el 5 de abril de 2024.
Desde entonces, Glas está recluido en La Roca, una cárcel de máxima seguridad del país. Este ingreso a prisión provocó una ruptura entre Ecuador y México, así como un litigio en la Corte Internacional de Justicia, donde México acusa a Ecuador de romper la inviolabilidad diplomática.