El 30 de junio se celebra el Día Internacional de los Asteroides, una iniciativa promovida por las Naciones Unidas para aumentar la conciencia sobre el riesgo que representan estas rocas espaciales en caso de impacto. Recientes investigaciones de la Universidad Estatal de São Paulo y la Institución Carnegie para la Ciencia han revelado que algunos asteroides cercanos a Venus podrían tener órbitas inestables, lo que podría llevarlos a acercarse a la Tierra en miles de años. Sin embargo, la probabilidad de una colisión en el futuro cercano es extremadamente baja.
Investigaciones sobre asteroides
Valerio Carruba, un experto en dinámica de asteroides de la Universidad Estatal de São Paulo (Brasil) y coautor de ambos estudios, menciona: “No diría que estos objetos no son peligrosos, pero no creo que haya motivos para alarmarse”. Por su parte, Scott Sheppard, astrónomo de la Institución Carnegie para la Ciencia en Washington D. C., también indica que “la probabilidad de que uno colisione con la Tierra en un futuro próximo es extremadamente baja”.
A pesar de esto, los asteroides cercanos a Venus tienen el potencial de dirigirse hacia nosotros en algún momento dentro de los próximos miles de años. El verdadero desafío radica en que estos asteroides son difíciles de detectar. En los próximos años, se pondrán en marcha dos observatorios avanzados que ayudarán a identificar más rocas, incluidas aquellas que se encuentran cerca de Venus.
Esfuerzos de detección
Las agencias espaciales de Japón y Europa están solicitando tiempo en telescopios para buscar estas rocas espaciales, mientras que la NASA financia una red de observatorios dedicados exclusivamente a la identificación de asteroides sospechosos. Los defensores planetarios están especialmente preocupados por los asteroides que se encuentran cerca de la Tierra, aquellos que tienen órbitas que se aproximan a la nuestra.
Se considera que un asteroide es potencialmente peligroso si se acerca a menos de 7,4 millones de kilómetros de la órbita terrestre. Un cuerpo de 140 metros de diámetro puede atravesar la atmósfera y causar daños significativos. Por esta razón, la detección de estos asteroides es crucial.
Desafíos en la búsqueda
Los asteroides se detectan gracias a la luz solar que reflejan. Sin embargo, algunos de ellos están ocultos dentro de la órbita terrestre, lo que complica su búsqueda. Los astrónomos deben observar cerca del horizonte justo después del atardecer o antes del amanecer para evitar el resplandor solar.
Sheppard destaca: “Todos estos factores dificultan la búsqueda y el descubrimiento de asteroides cerca de la órbita de Venus”. Hasta ahora, se han encontrado 20 asteroides coorbitales que se desplazan junto a Venus. Estos asteroides tienden a agruparse alrededor de puntos gravitacionalmente estables conocidos como puntos de Lagrange.
Posibilidades de colisión
Se cree que los asteroides coorbitales pueden alterar sus órbitas de manera drástica en un periodo de aproximadamente 12.000 años. Carruba explica que “hay más posibilidades de que se produzca una colisión” si estos asteroides cambian sus trayectorias hacia formas más alargadas y elípticas.
En su primer estudio publicado en la revista Icarus, Carruba y su equipo analizaron los 20 asteroides coorbitales conocidos y pronosticaron que tres de ellos podrían acercarse a menos de 75.000 kilómetros de la órbita terrestre. Aunque esta proximidad podría convertirlos en potencialmente peligrosos, un asteroide puede tardar hasta 12.000 años en llegar a esa situación.
Simulaciones orbitales
El último estudio del equipo se centra en cómo los asteroides coorbitales pueden acabar en órbitas inestables mediante simulaciones orbitales que abarcan 36.000 años hacia el futuro. Las simulaciones sugieren que un asteroide tiene más probabilidades de acercarse a la Tierra si pasa a una órbita significativamente alargada.
Marco Fenucci, especialista en dinámica de objetos cercanos a la Tierra, subraya la importancia de este artículo para crear conciencia sobre estos asteroides misteriosos. Dos instalaciones que comenzarán a operar pronto facilitarán esta tarea; una de ellas es el Observatorio Vera C. Rubin en Chile, que iniciará operaciones en breve.
Capacidades del nuevo observatorio
Este observatorio cuenta con un amplio campo visual y puede detectar objetos pequeños y tenues gracias a su capacidad para recoger luz estelar. En un periodo de tres a seis meses, podría encontrar hasta 1.000.000 de nuevos asteroides, duplicando así el total actual. Mario Jurić afirma que “Rubin podría encontrar entre el 40% y el 50% de todos los objetos mayores de unos 350 metros” en la zona cercana a Venus.
No obstante, como otros telescopios ópticos terrestres, Rubin enfrentará desafíos debido al resplandor solar y a la atmósfera terrestre.