El 23 de mayo se celebra el Día Mundial de la Tortuga, una iniciativa que tiene como objetivo concienciar sobre la conservación de esta especie que se encuentra en peligro de extinción. La ONG American Tortoise Rescue, que fue fundada en 1990, promueve diversas acciones para proteger a las tortugas y su hábitat, resaltando la importancia de estas criaturas en los ecosistemas.
Este día mundial se estableció en el año 2000 con la finalidad de divulgar información sobre la relevancia de las tortugas y fomentar el respeto hacia esta especie. Existen varios factores que amenazan la conservación de las tortugas, como la destrucción de su hábitat, el comercio de su carne y el tráfico ilegal de huevos y tortugas.
Especies en peligro
Se estima que hay alrededor de 357 especies de tortugas, varias de las cuales están bajo amenaza de extinción debido a factores como el cambio climático, la contaminación ambiental y la caza furtiva. Las tortugas han estado en nuestro planeta durante más de 200 millones de años y han evolucionado para adaptarse a diversos entornos. Sin embargo, más de la mitad de estas especies se encuentran actualmente en peligro.
Las principales causas de esta situación son la contaminación plástica, el tráfico ilegal, la pesca incidental y la pérdida de hábitat por el avance urbano. Organismos internacionales como la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) advierten que muchas especies podrían desaparecer en las próximas décadas si no se implementan medidas concretas.
Acciones de conservación
La campaña del Día Mundial de la Tortuga también busca promover hábitats seguros, alentar investigaciones científicas y facilitar el retorno de tortugas a su ambiente natural cuando sea posible. En países de América Latina, Europa, Asia y África se llevan a cabo actividades en parques, colegios y centros de conservación para poner el foco en estos animales que a menudo pasan desapercibidos en las agendas ambientales.
Importancia ecológica
Las tortugas desempeñan un papel vital en los ecosistemas: ayudan a dispersar semillas, controlan insectos, limpian el fondo marino y estabilizan las cadenas alimenticias. En los océanos, las tortugas marinas se alimentan de medusas, mientras que en tierra firme, las especies herbívoras contribuyen al ciclo natural de nutrientes.
Cómo ayudar a las tortugas
Cada persona puede contribuir a la protección de las tortugas desde su entorno inmediato. Algunas acciones efectivas incluyen reducir el uso de plásticos, evitar arrojar residuos en playas y ríos, no adquirir tortugas como mascotas y apoyar programas de conservación. En Perú, algunas reservas naturales realizan programas de reproducción y cuidado de tortugas acuáticas como la taricaya.
Además, existen iniciativas comunitarias que se dedican a proteger los nidos de especies marinas que llegan a las playas para desovar. Estas acciones son fundamentales para asegurar la supervivencia de las tortugas y su hábitat.