Durante 2024, se destruyeron 6.7 millones de hectáreas de bosques tropicales primarios, lo que equivale a 18 campos de fútbol por minuto. Esta cifra representa casi el doble de lo registrado en 2023 y marca un alarmante retroceso en la preservación de estos ecosistemas.
Según datos de la plataforma Global Forest Watch (GFW), por primera vez, los incendios superaron a la agricultura como la principal causa de esta pérdida. Representaron el 50 % de la superficie devastada.
La mayoría de los incendios fueron provocados por actividades humanas vinculadas a la agricultura. Las altas temperaturas del año más caluroso de la historia agravaron el efecto catastrófico del fuego.
Aumento global de la deforestación
El aumento de la deforestación no se limitó a los trópicos. A nivel mundial, la pérdida de cobertura arbórea aumentó un 5 % en comparación con 2023, alcanzando los 30 millones de hectáreas. Esta superficie es equivalente al tamaño de Italia.
Brasil fue el país que más bosque tropical perdió en 2024, con el 42 % del total global. La sequía más severa de las últimas siete décadas intensificó los efectos de los incendios. En este sentido, fueron responsables del 66 % de la pérdida en ese país.
También influyó la agricultura a gran escala para la producción de soja y ganadería. Sin embargo, fue de menor impacto que en los primeros años de la década de 2000 o durante el gobierno de Jair Bolsonaro.
Pérdida en la Amazonia y el Pantanal
La Amazonia brasileña registró su mayor pérdida de cubierta arbórea desde 2016. En tanto, el Pantanal, considerado el humedal más grande del mundo, sufrió el mayor porcentaje de pérdida de cobertura del país.
Desde el Instituto de Recursos Mundiales en Brasil, se advirtió que, sin inversión sostenida en la prevención comunitaria de incendios, los avances obtenidos podrían perderse. También se destacó la necesidad de un mayor control legal y de un enfoque en el uso sostenible de la tierra.
Situación en Bolivia y Colombia
Bolivia se convirtió en el segundo país con mayor pérdida de bosque primario, superando a la República Democrática del Congo. En 2024 se destruyeron 1.5 millones de hectáreas, un 200 % más que el año anterior.
Más de la mitad de esta pérdida fue consecuencia de incendios provocados para habilitar tierras destinadas a la soja, la caña de azúcar y la ganadería. GFW atribuye parte del problema a las políticas gubernamentales que fomentan la expansión agrícola.
En Colombia, aunque los incendios no fueron la causa principal, la pérdida de bosques primarios aumentó un 50 %. Entre los factores señalados están la minería ilegal, la producción de coca y la inestabilidad tras el quiebre en las conversaciones de paz.
Deforestación en África
En África, la República Democrática del Congo y la República del Congo registraron sus niveles más altos de deforestación. En el primer caso, se debió a incendios y condiciones climáticas secas y calurosas.
En el segundo, influyeron la pobreza, la dependencia de los recursos forestales y los conflictos internos.
Mejoras en el sudeste asiático
En contraste, el sudeste asiático mostró señales de mejora. Indonesia redujo la pérdida de bosques en un 11 % y Malasia en un 13 %, según el informe.
La destrucción de bosques también se extendió fuera de los trópicos. Por primera vez desde que GFW lleva registros, se produjeron incendios significativos tanto en los trópicos como en los bosques boreales, especialmente en Canadá y Rusia.
Compromisos incumplidos
El informe advierte que el mundo está lejos de cumplir los compromisos asumidos en la Declaración de Glasgow de 2021. Este documento fue firmado por más de 140 países con el objetivo de detener la pérdida de bosques para 2030.
De los 20 países con mayor superficie de bosque primario, 17 han registrado más pérdidas ahora que en el momento en que se firmó dicho acuerdo.