Un estudio reciente publicado en la revista BioScience alerta sobre el impacto del cambio climático en la fauna. Más de 3,500 especies animales se encuentran amenazadas, lo que las convierte en una de las principales causas de la pérdida de biodiversidad. Este análisis fue realizado por un equipo de científicos de Estados Unidos y México, quienes examinaron datos de 70,814 especies para evaluar su vulnerabilidad.
Los investigadores descubrieron que al menos el 25% de las especies de seis clases diferentes están en peligro debido al cambio climático. Entre estas especies se incluyen arácnidos, chilopodos, antozoos e hidrozoos. William Ripple, catedrático de Ecología en la Universidad Estatal de Oregón, expresó su preocupación por los animales invertebrados del océano, que son los que absorben la mayor parte del calor generado por el cambio climático. Estos animales se vuelven cada vez más vulnerables debido a su limitada capacidad para moverse y adaptarse rápidamente a condiciones adversas.
Impacto de fenómenos extremos
El estudio también advierte sobre los efectos de fenómenos extremos como olas de calor, incendios forestales, sequías e inundaciones. Estos eventos pueden causar mortalidad masiva en los animales, lo que a su vez afectará el ciclo del carbono y el ciclo de los nutrientes. Ripple señala que estos efectos probablemente influirán en las interacciones entre especies, como la depredación, la competencia, la polinización y el parasitismo, todos elementos vitales para el funcionamiento de los ecosistemas.
Colapsos poblacionales documentados
El estudio documenta varios colapsos poblacionales relacionados con el cambio climático. Por ejemplo, más de 10,000 millones de cangrejos de nieve han desaparecido en el Mar de Bering desde 2018. También se han registrado 7,000 muertes de ballenas jorobadas debido a olas de calor en el Pacífico Norte. Además, el calentamiento de las aguas ha provocado una reducción del 90% en las poblaciones de moluscos en la costa de Israel.
Entre 2015 y 2016, cerca de 4 millones de meros comunes en la costa oeste de Norteamérica murieron a causa de una alteración en la red alimentaria provocada por una ola de calor marino extremo. Esta ola de calor también causó una disminución del 71% en la población de bacalao del Pacífico. Ante estos datos alarmantes, los autores del estudio expresan su preocupación por la escasa información recopilada sobre los riesgos del cambio climático para la fauna salvaje.
Falta de información sobre invertebrados
Mientras que se ha evaluado el estado de conservación del 72.6% de las especies vertebradas a través de la Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, solo el 1.6% de los invertebrados ha recibido atención similar. Ripple advierte que podríamos estar acercándonos a puntos de inflexión en cuanto al impacto del cambio climático sobre los animales.
Necesidad de datos globales
“Comprender el riesgo es crucial para tomar decisiones políticas con conocimiento de causa”, afirma Ripple. Él defiende la necesidad de establecer una base de datos mundial sobre la mortalidad masiva debida al cambio climático en las especies animales. Esta información es esencial para abordar de manera efectiva los desafíos que presenta el cambio climático para la biodiversidad.